Salud y nutrición

19 de Abril de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Salud y nutrición

enrique del val

El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), dependiente de la Secretaría de Salud, dio a conocer su Encuesta Nacional de Salud y Nutrición ENSANUT 2020, Covid-19, a través de su Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas (CIEE), misma que aporta información muy relevante y que debe llevar a las autoridades a tomar acciones concretas.

Se encuestaron 12 mil viviendas, subdivididas en nueve regiones, entre los meses de agosto-noviembre de 2020 con, como dice el documento, un diseño nacional, probabilístico, estratificado y por conglomerados a partir de los habitantes de los hogares.

Se obtuvo información de 10,216 hogares que, según el CIEE, representan a los más de 33 millones de hogares en México, con un promedio de 3.6 habitantes por hogar y un promedio de escolaridad 11.7 años en los mayores de 15 años.

Aunque también se encontró que entre los mayores de 15 años hay casi un 5%que no sabe leer ni escribir. Seguimos teniendo un alto porcentaje de ciudadanos a quienes habría que atender para reducir el analfabetismo, que está ligado a la pobreza.

Entre los datos interesantes que trae la encuesta encontramos que casi el 17% de los encuestados no saben que es la Covid-19, lo cual es preocupante, porque supondríamos que con la inmensa campaña que se ha hecho, la población estaría informada sobre el tema.

Me voy a referir a dos temas que están indefectiblemente ligados: salud y alimentación. Tenemos que los hogares disminuyeron en 2020, en comparación con 2018, 55% del gasto no relacionado con salud y alimentos.

Como siempre, la desigualdad a flor de piel: mientras los hogares más ricos gastaron en salud una mayor proporción en atención hospitalaria, los hogares pobres lo hicieron en la consulta en las farmacias y compra de medicamentos. Igual sucede con la alimentación, los más ricos gastaron en consumir fuera de casa y los más pobres en casa y alimentos básicos. Un dato terrible es el referente al sobrepeso y la obesidad derivados, entre otras cosas, del consumo de bebidas endulzadas, botanas, dulces y postres.

El 85% de los preescolares consume cotidianamente este tipo de bebidas y botanas el 57 por ciento. En el caso de los adolescentes, las proporciones son 90 y 46%, respectivamente.

El sobrepeso y la obesidad afectan a la población mexicana, independientemente de la edad que se tenga, pero principalmente a los niños y las niñas. La encuesta demuestra que hay una tendencia al crecimiento en escolares y adolescentes, sobre todo hombres, y en el caso de adultos estas dos comorbilidades alcanzan a tres de cuatro.

Esto implica un reto tremendo para las autoridades de salud, porque, entre otras cosas, y a pesar del etiquetado frontal, se siguen consumiendo en cantidades enormes los productos que afectan la salud de nuestros ciudadanos.

Por último, otro dato preocupante es el referente a la seguridad alimentaria ya que, según la encuesta, ésta se ha reducido en casi cuatro puntos debido a la pandemia. En relación con el periodo comprendido entre el 2018 y el 2019, 1.1 millones de hogares dejaron de tener esta seguridad, siendo las áreas rurales las más afectadas, como siempre.

El gobierno tiene ahora la grave responsabilidad de atender lo que han dado a conocer las recientes encuestas del Inegi, el Coneval y ahora el INSP, quienes coinciden en términos generales en que las condiciones de millones de mexicanos han sido afectadas por la Covid-19, sobre todo a quienes ya se encontraban en condiciones de pobreza desde antes, que eran casi la mitad de la población.

Es una gran oportunidad para que el próximo Presupuesto de Egresos atienda estos aspectos y, en última instancia, los nuevos diputados ayuden a paliar la situación que viven nuestros compatriotas.

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