Un alto en el camino

17 de Diciembre de 2025

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Un alto en el camino

enrique del val

Por lo que leo y hablo con muchas personas de distintos ámbitos, creo que este país requiere hacer un alto en el camino, porque la deriva que lleva es muy peligrosa para todos los mexicanos. Nos enfrentamos diariamente con noticias de mucha envergadura, mismas que de realizarse, sin duda provocarán una situación nunca vista en el país, por lo menos en los últimos 70 años.

Cuando uno escucha a los altos servidores públicos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público explicando lo que están haciendo en virtud de la pandemia, parece que tienen controlada la situación económica desde su perspectiva. Sin embargo está el otro lado de la moneda y es el desorden, en algunos casos verbal y en otros de hecho, que echará a la basura los esfuerzos para tener un mayor crecimiento económico, una mejor distribución la riqueza y sobre todo reducir el número de pobres.

Somos una democracia sujeta a leyes, mismas que sin duda, pueden ser modificadas, pero lo que no se puede hacer es pasar sobre ellas, y desgraciadamente, varios funcionarios de este régimen lo están haciendo o pretenden hacerlo, partiendo del principio de que son 90 por ciento honrados y 10 por ciento capaces.

Recientemente, en una entrevista del periódico El Financiero, el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), declaró sin el menor rubor que todos los recursos obtenidos a través del Tren Maya serán para el Ejército, y los cerca de 1,500 kilómetros de ferrocarril pasarán a ser parte de la Secretaría de la Defensa Nacional. Así de simple, un director de un organismo público decide qué hacer con los recursos que obtiene.

Pero, además, lo genial de la pretendida asignación es que, en sus palabras, el motivo para hacerlo es debido a que en la zona operan cárteles, grupos de trata de personas y venta ilegal de ganado. ¡Magníficas declaraciones para un tren que se promociona como turístico!

Por cierto, sería conveniente que el director de FONATUR informara públicamente cómo va a cumplir con las 116 recomendaciones que le hizo la Auditoría Superior de la Federación.

Esto quiere decir que, una vez más, una inversión pública le será entregada al Ejército para su ejercicio y disfrute, al margen de la Ley de Planeación, del Presupuesto de Egresos, de la Ley de Ingresos y de muchos otros preceptos jurídicos que hemos logrado establecer en este país a lo largo de los años. Además, está la gran pregunta ¿tiene el director de FONATUR las facultades de hacer esto?

Con el Tren Transístmico tenemos al ejército y a la marina como diseñadores, constructores, y ahora operadores de negocios, y por lo visto, todos contentos, sin darse cuenta del daño que le están haciendo a estas dos instituciones ejemplares de nuestro país. Amén de la justa crítica del secretario de Comunicaciones y Transportes por la marginación de los ingenieros civiles.

Un tema que ya se ha vuelto importante, por la cantidad de tareas comerciales asignadas a las instituciones militares, es la opacidad en los concursos que se realizan, porque no nos pueden decir que la construcción del tren o del aeropuerto son cuestiones de seguridad nacional. La verdad es que son cuestiones de negocio en este mundo del mercado, tan aborrecido por la actual administración.

Este alto en el camino no es para retrasar las acciones necesarias de este gobierno en ciertas áreas, que son acertadas y bienvenidas. De lo que estamos hablando es de los millones de pesos que se están asignando con mucha discrecionalidad, y ya vimos qué pasó con la barda del aeropuerto de Texcoco que construyó el Ejército.

El presidente y la Secretaría de Hacienda deben poner orden en el manejo de los recursos públicos, ya que al final de día, los errores o las corruptelas que se cometan por la poca transparencia no solo afectarán a la actual administración, sino que serán una nueva decepción para el pueblo de México.