Sin considerar a las demás víctimas, solo en el propio inculpado, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha mantenido como defensor de Israel Vallarta, involucrado en el controversial caso Cassez-Vallarta.
El 8 de diciembre de 2005, el presunto rescate de tres personas secuestradas y la detención del mexicano Israel Vallarta y la francesa Florence Cassez sacudió al país. La transmisión en vivo de Televisa dejó sorprendidos a todos. Más tarde se sabría que todo había sido un montaje, presuntamente del entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y de la televisora. Hasta hoy, el caso no ha sido resuelto.
Desde su llegada a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador abogó por aquellas personas que llevan años presos sin una sentencia o muchos que fueron detenidos sin pruebas de su delito. Entre ellos se encuentra el mexicano Israel Vallarta, ha quien ha defendido y hasta ha tenido contacto con sus familiares para ver lo de su liberación.
Acusado de secuestro, Israel Vallarta lleva 17 años en prisión y, hasta ahora, no se le ha encontrado culpable, porque su juicio no ha concluido, pero sigue tras las rejas. Por eso, el mandatario ha instruido al subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, estar pendiente del caso.
Este martes, reveló que luego de 17 años en la cárcel se volvieron a solicitar testimonios y pruebas del caso, algo de lo que seguramente -afirmó- el fiscal general Alejandro Gertz Manero no está enterado.
Sin embargo, acusó que “huele a chicanada” lo que actualmente se hace en relación al caso, pero que él no ha podido otorgar el indulto, debido a que el presunto secuestrador no cuenta con una condena, lo que ha dificultado todo.
López Obrador se ha esforzado en defender a Vallarta como víctima, pero no se ha detenido ni ha mostrado la misma preocupación por quienes habrían sido las víctimas de este hombre.
Recordemos que gracias a la ardua labor del entonces presidente de Francia, Nicolas Sarkozy y a que se enfrentó al mexicano Felipe Calderón, en 2003 logró la liberación de Florence Cassez y regresó a su país.
García Luna, por su parte, el exfuncionario mexicano se encuentra preso en Nueva York, acusado de cuatro delitos relacionados con el narcotráfico y por los que deberá enfrentarse a un juicio el próximo 17 de enero de 2023.
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