Tienes cáncer

19 de Noviembre de 2025

J. S Zolliker
J. S Zolliker

Tienes cáncer

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Te avisan con la simpleza con la que te avisan que se te desinfló el neumático, o como cuando te hacen saber que se te manchó de salsa la corbata: tiene usted cáncer. En la mañana tenías una pequeña molestia que te ha durado más tiempo de lo normal, y por la tarde, saliendo del consultorio de un especialista, tienes cáncer. Cáncermierda. Qué jodida y espantosa palabra, ¿no? Cáncer. Cán-cer.

No sabes ni qué decir. Te quedas en mutis. Tu pareja, o tu madre, te toma la mano y te la aprieta. Y te vuelan un montón de ideas por la cabeza: qué hacer o no hacer nada. Qué decir o no decir nada. Y te percatas que a partir de ese punto, todo se convertirá en una decisión trascendente, porque según el médico que te atiende, haz comenzado a morir, y no sabe cómo, ni cuando, ni porqué.

Te vas a tu casa en silencio pero con la mente pasmada, gritándote cientos de preguntas que no tendrán respuesta nunca, pero que te torturarán lo suficiente: ¿Habrá sido esa etapa cuando fumé unos meses? ¿El chicle? ¿La salsa? ¿De qué murió el tío Luis? ¿Habrá sido lo mismo? Quizás fue que dejabas agua en la jarra durante la noche y le daba la luz de la luna…

No puede ser. Porqué a mi. Esto debe ser un error. El mundo está lleno de médicos, laboratoristas, patólogos y enfermeros ineptos. Seguro confundieron las muestras, o las interpretaron mal, o no saben leerlas ni lo que dicen. Porque después de todo, no te sientes fatal; no como para estarte muriendo.

Y luego viene la horda de conocidos/amigos/familia bien intencionados a darte consejos de todo tipo: fíjate que al primo del sobrino del hermano de un conocido, le funcionó muy bien el remedio/té/hierbas/homeópata/veneno de una planta/semilla/mota/alacrán. Y todos concluyen: deberías probarlo.

No son malintencionados. Todos queremos vivir y todos queremos ayudar a que otros vivan. Y todos comeríamos caca de res en ayunas, si nos aseguraran que nos salvará la vida. Y si te desahucian, no está mal buscar cualquier cosa. Pero si lo detectan tempranamente, lo mejor es hacer el tratamiento tal y como lo dicta el médico. Es lo científico. Lo que repetidas veces, funciona. Y cuanto más pronto, mejor. Porque la cura y prevención del cáncer está a nuestro alcance. Con diagnósticos oportunos y tratamientos profesionales.

Decides luchar. No sabes si vencerás, pero las probabilidades mejoran porque fuiste al médico de inmediato, cuando algo no te pareció normal. Darás batalla por dos motivos: el primero es enseñarle a los nietos a no darse por vencidos. La segunda, es que no hacerlo, te parece contra natura: el ser humano es un sobreviviente y eso nos ha mantenido en la evolución.

Vamos, tú puedes. Y que chingue a su madre el cáncer.

El 4 de febrero será el día mundial contra el cáncer. Este relato novelado es un homenaje a todos aquellos que han peleado, a todos aquellos que han acompañado a alguien que pelea, y a todos aquellos que han dedicado su vida a combatir esta terrible enfermedad, porque parafraseando a Kipling, nuestra será la faz de la tierra cuando sepamos hacer como ustedes, de un minuto, sesenta segundos de incansable pelea.