Aunque México se ocupa de perseguir y combatir la producción y tráfico de narcóticos, pero estos se alimentan con los altos niveles de consumo, y es ahí donde no siempre cumplen los países de la región.
El gobierno federal respondió al memorándum que envió el presidente Donald Trump en el que amenaza con “descertificarlo”, como a Venezuela y Bolivia, por no esforzarse en acciones antidrogas.
“Como ha expuesto anteriormente México, el tráfico de drogas y su violencia asociada están alimentados por los altos niveles de consumo. Las metas de reducción del uso de narcóticos no siempre son cumplidas por los países de la región”, señala mediante un comunicado.
En contraofensiva, la Secretaría de Relaciones Exteriores expresó su preocupación por el trasiego de armas de fuego que –señala- “ocurre de forma masiva en dirección del norte a sur”.
Tan sólo el fin de semana pasado, al menos 30 personas murieron en tres tiroteos que se registraron en ciudades de Texas, Ohio y Chicago; el mandatario estadounidense ha refrendado su apoyo al derecho de portar armas de fuego.
“Al igual que por el tráfico de estupefacientes, el Gobierno de México manifiesta su preocupación por el trasiego ilegal de armas de fuego, incluyendo de alto poder, que ocurre de forma masiva en dirección del norte a sur, en virtud de su documentado uso en misiles de asesinatos cada año en nuestro país”, advierte.
Sin embargo, señala que la solución integral pasa por un esfuerzo de los países por prevenir y sancionar el lavado de dinero, pues la generación de recursos multimillonarios sustenta el negocio del narcotráfico.
“México refrenda su compromiso para seguir cooperando en el combate a la producción y tráfico de estupefacientes, bajo marcos de colaboración bilaterales y multilaterales, que reflejen la corresponsabilidad en las causas y vías de solución de problema, así como sobre la base del respeto a su soberanía”, finaliza la respuesta.
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