Cómo actúa la palabra “no” en el cerebro
Aunque formalmente la palabra “no” debería cambiar por completo el sentido de una frase, que un café “no esté caliente” no se interpreta como que está frío

GDJ, Pixabay
No es raro que la palabra “no” se use de manera intencionada para dificultar la comprensión clara de una frase…
Es muy probable que quien lea la primera frase de este texto tenga que volver a leerla para sentir que realmente la comprende, y aún así su significado sigue siendo un tanto vago: que “no sea raro” ¿quiere decir que es “frecuente” o incluso “muy frecuente”? ¿o sólo quiere decir que “a veces” se usa la palabra “no” de esa forma?
Lo cierto es que la negación se usa de manera frecuente e intencionada en diversos tipos de comunicaciones, que van desde publicidad hasta los documentos legales, para generar incertidumbre sin aparentarlo, por lo que un equipo de investigación se propuso analizar cómo “funciona” la palabra “no” en el cerebro.
La negacipón alenta
En una serie de experimentos llevados a cabo en la Universidad de Nueva York, 101 participantes leyeron frases adjetivas afirmativas o negadas con los adjetivos bueno o malo; feliz o triste, y frío o caliente, y calificaron su significado en una escala de uno (para, por ejemplo, muy, muy malo) a diez (para muy, muy bueno).
Según el reporte del equipo de investigación en la revista PLOS Biology, las respuestas tardaron más en el caso de los adjetivos negados y el significado interpretado fue más variado. Como las respuestas se dieron sobre una pantalla, el seguimiento del cursor mostró que las personas son más lentas a la hora de interpretar los adjetivos negados, y que los entienden primero como afirmativos antes de modificarlos hacia su significado opuesto.
Un segundo experimento se hizo registrando la actividad cerebral mediante magnetoencefalografía (MEG) mientras los participantes calificaron frases afirmativas o negadas en una escala. Las mediciones mostraron que las interpretaciones iniciales y las representaciones neuronales tempranas de los adjetivos negados son similares a las de los adjetivos afirmativos, pero están debilitadas, lo que coincide con el primer experimento.
“No” no enfría el café
“Al identificar que la negación sirve como mitigante de los adjetivos (‘malo’ o ‘bueno’, ‘triste’ o ‘feliz’ y ‘frío’ o ‘caliente’) también comprendemos mejor cómo funciona el cerebro para interpretar cambios sutiles en el significado”, explica en un comunicado Arianna Zuanazzi, becaria postdoctoral en el Departamento de Psicología de la Universidad de Nueva York en el momento del estudio y autora principal del artículo.
En el reporte, el equipo de investigación señala que “Nuestros datos conductuales y neurofisiológicos… muestran que, en una oración como “tu café no está caliente”, la negación (“no”) mitiga en lugar de invertir las representaciones de un adjetivo escalar (“caliente”). En otras palabras, la negación reduce la temperatura del café, aunque no lo hace frío”.