La primera bailarina hace una evaluación sobre las fortalezas y debilidades de la danza clásica en México, nos recomienda una película sobre las dificultades que se deben trabajar cuando se tiene una meta en la danza y también recuerda aquellas ciudades en las que desarrolló una historia.
Viviendo tantos años en Europa, en retrospectiva, ¿cuál es tu diagnóstico de la danza mexicana?
Tenemos mucho talento, mucho qué dar y qué ofrecer. Tenemos un país con raíces, con danza y con fuerza. Somos un país que baila, que con la danza se mueve y empieza a vibrar. En el sentido de la danza clásica, hay mucho que podemos aprender y mejorar, a pesar de que tenemos buenas bases, pero esto no es algo que viene desde nuestras raíces.
Sobre eso, ¿qué dirías que es perfectible en cuanto a danza clásica?
La limpieza técnica. Y en la profundización para hacer un trabajo similar a la filigrana.
¿Cuál es el personaje que más ha disfrutado interpretar?
A Tatiana en el ballet clásico y Blancanieves en algo muy contemporáneo.
¿Qué películas nos recomendarías sobre danza?
Billy Elliot me encanta, es una película que habla sobre cómo muchos jóvenes nos hemos acercado a la danza, todo lo que eso implica, las dificultades a las que se enfrenta tu familia, pero que a pesar de todo se logra un sueño. Habla de la magia que representaba para este niño el mundo de la danza y los deseos que tiene por llegar a ella.
De aprendiz a maestra. Elisa incursionó en el ballet desde los seis años; durante su carrera también ha impartido cursos de ballet en Alemania,
Canadá, Estados Unidos
y México.
bnieto@ejecentral.com.mx
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