Olga Sánchez Cordero asumió la presidencia de la Mesa Directiva del Senado de la República, en donde ofreció a la oposición diálogo y consenso para lograr acuerdos en beneficio de la población.
La elección de Sánchez Cordero como presidenta de la Mesa Directiva e no fue tan fácil como la de Gutiérrez Luna en la Cámara de Diputados, pues en este caso, la exsecretaria de Gobernación fue electa por 79 votos a favor y 17 en contra y 1 abstención.
Aún así, la mesa directiva logró conformarse con 3 vicepresidencias, que quedaron a cargo de José Narro Céspedes, de
Morena; Alejandra Reynoso, del
PAN; y Jorge Carlos Ramírez, del
PRI; y cuatro secretarias: Verónica Camino, de Morena; Verónica Delgadillo, de
Movimiento Ciudadano; Nancy de la Sierra, del PT; y María Celeste Sánchez, de Morena.
Previo a la votación, los senadores del PAN hicieron un llamado a que la presidencia de la Mesa Directiva vuelva a la alternancia, ya que desde la pasada Legislatura, siempre ha sido ocupada por militantes de Morena y eso es contrario a las prácticas legislativas, mencionó la senadora Nadia Navarro.
Previo a asumir el cargo, Olga Sánchez Cordero se dijo convencida de que uno de los escenarios de acción para llevar a cabo la transformación de México es el legislativo, en donde como senadoras y senadores deben ser defensores de la democracia.
Señaló que el asumir la presidencia de la Mesa Directiva es un honor, y apuntó que aportará su experiencia para impulsar acuerdos y lograr una coordinación con las diferentes fuerzas políticas.
“Llego a este cargo a sabiendas de que la Sexagésima Quinta Legislatura tiene la responsabilidad de actuar de manera decidida, para concretar en los próximos tres años, las reformas primordiales para la edificación de un México más justo, más incluyente, más equitativo”, indicó.
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