Innovar en tiempos de crisis

16 de Diciembre de 2025

Innovar en tiempos de crisis

Para sobrevivir, en las últimas tres semanas, locales de comida, cafeterías, clases de inglés, tiendas de marcos y productores, transformaron su negocio físico en telefónico y online. Los casos que ubicamos en ejecentral pelean por mantener a por lo menos 100 familias

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México endureció las medidas contempladas en la jornada de “Sana Distancia” y con ello las actividades económicas no esenciales. La industria de los alimentos, los mercados, supermercados y negocios dedicados a la venta de alimentos preparados pueden seguir operando con normalidad o, mejor dicho, con relativa normalidad, pero los otros no, así que comenzaron a reinventarse.

Los pedidos por WhatsApp, la construcción de páginas rápidas para dar servicio online o contrataron los servicios de vidochats, los streaming para atraer gente, los anuncios por Facebook o se han unido en las comunidades para enviar pedidos.

En Oaxaca, Karime Cruz Gutiérrez, nieta de Doña Mary, fundadora de una emblemática pizzería en el centro de la ciudad hace 30 años, Charlie’s Pizza publicó un mensaje en su muro de Facebook para invitar a los lugareños a consumir en el lugar, o bien ordenar servicio a domicilio, y ayudar al negocio a sortear la contingencia sanitaria.

La respuesta fue inmediata. La publicación se compartió más de 200 veces en redes sociales y llegó a periódicos digitales en el estado. A las tres horas, el teléfono no dejaba de sonar y el servicio a domicilio, una de de las innovaciones del negocio, junto con una antena para que los clientes pudieran disfrutar MTV, resurgió.

›“Todos estamos pasando por una situación muy mala. Los teléfonos empezaron a sonar tres horas después de que se viralizó la publicación. La gente respondió increíblemente. Hubo muchas llamadas en las cuales se ponían a platicar conmigo sin saber quién era yo. Me contaban sus experiencias en Charlie´s y me hizo recordar la infancia.

“Esto es un parteaguas para mi abuelita. Lo difícil para ella es el cambio, el aceptar que ya pasaron más de 20 años y que las cosas ya cambiaron”, dijo.

Para Karime, quien tiene su propia marca de alimentos Mini Pizzas Party, el Covid-19 es quizá el momento crucial para innovar en este pequeño negocio que da empleo a seis familias: “algunos nos resistimos a caer”.

Ajustes. Con la contingencia, las pequeñas empresas han modificado sus servicios. Foto: AFP

Entre comidas, café y el inglés

En la Ciudad de México, un puñado de negocios de alimentos en la colonia Cuauhtémoc comenzaron a ofrecer sus menús de comida preparada para los clientes en la zona, con envío a domicilio sin costo alguno. La apuesta es para aumentar la clientela y no desaparecer.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas 2015, en México 97.6% de los negocios son microempresas y concentran 75.4% del personal ocupado total. Le siguen las empresas pequeñas, que son un 2% y tienen el 13.5% del personal ocupado. Las medianas representan 0.4% de las unidades económicas y tienen poco más del 11% de la población ocupada.

Otros más, comenzaron a atender pedidos por WhatsApp: como productores de Xochimilco que se unieron para tener una distribución en casi la tercera parte de la Ciudad. Así lo hicieron grupos como Amilli, Red de Pequeños productores de San Gregorio, Abejas de Barrio, Colectivo Ahuejote, Red de Consumo Solidario del Mercado de las Cosas Verdes o Umbral Axochiatl.

La escuela DiKultura, que enseña inglés, italiano, francés, alemán, portugués, chino, ruso, árabe y griego, en sólo una semana comenzó a ofertar sus clases personalizadas. El negocio Marcos Jagal en la colonia Narvarte recoge y envía a domicilio los trabajos enmarcados, y la cafetería Shah de la Colonia Lindavista ofrece streaming con cantantes jóvenes y talentosos para atraer la atención de los clientes y acudan al local o pidan a domicilio.

Alberto Herrera Aragón, director de Change.org en México, consideró que el avance de la pandemia es el momento para repensar el modelo económico, social y político del mundo.

“En medio de la crisis tenemos que ser mucho más audaces, más arriesgados, mucho más echados para adelante, poniendo la cabeza verdaderamente fuera de la caja para mirar modelos posibles desde ángulos que antes hubieran parecido impensables”, comentó.