'La democracia se atrofió por el fracaso de las élites': Julio Madrazo

16 de Junio de 2024

‘La democracia se atrofió por el fracaso de las élites': Julio Madrazo

México está en una encrucijada tan importante que debe decidir qué sistema político y económico tendrá en los próximos 50 años, y debe ser una tarea que requiere un auténtico ejercicio de participación ciudadana

En abril pasado, ejecentral buscó a los moderados, a los centristas, a aquellos actores que buscan tender puentes en un México que quedó más polarizado tras la consulta para la revocación de mandato y la votación de la reforma eléctrica. La búsqueda no fue sencilla, pero al final se dio con cinco perfiles que trabajan para frenar el proceso de desgajamiento.

Julio Madrazo ejecentral

Uno de ellos fue Julio Madrazo, consultor en políticas públicas y uno de los impulsores de Méxicos Posibles, una iniciativa que en 2015 reunió a un grupo plural —gobernantes, empresarios, militares, religiosos, líderes sociales, académicos— para conversar sobre los problemas nacionales y diseñar un proyecto donde “todos pongan y todos ganen”.

A cinco meses de distancia, Madrazo acaba de presentar su libro Un país posible, en el que sugiere un manual para que México acabe con las tres “íes” que impiden su desarrollo (ilegalidad, inequidad e inseguridad) y avanzar hacia un nuevo contrato social donde los ciudadanos tengan voz (no sólo voto) en la tarea de gobernar.

“El ocaso de la democracia liberal y del capitalismo es producto del fracaso de las élites gobernantes, no sólo de los políticos, sino de los empresarios, de los medios de comunicación, de los líderes sindicales, Fuerzas Armadas, iglesias, o sea, la clase gobernante”, afirma Madrazo en entrevista con ejecentral, al plantear que un grupo de ciudadanos insaculados por el INE debe convertirse en un poder emergente.

Julio Madrazo
Diálogo. Julio Madrazo con Ana Laura Magaloni (izq.) y Cuauhtémoc Cárdenas (der.), en la presentación de “Un país posible”.

¿A quién va dirigido el manual que propones?

—A las élites y a los ciudadanos. Las élites en México han fracasado en la promesa de mayor bienestar, seguridad, equidad y acceso a la justicia. Somos sociedades cada vez más desiguales; un porcentaje muy pequeño de la sociedad incide en las decisiones y el rumbo del país, y necesitamos cambiar eso. La democracia viene evolucionando desde que nació y ha dejado de avanzar, y necesitamos crear un espacio ciudadano en donde, de manera institucional, los ciudadanos puedan ser parte del proceso de conducción del país.

¿Cómo se puede articular la ciudadanía para jugar un papel activo en la gobernanza?

—Una de las cosas más audaces que propongo —y seguramente va a ser muy controvertida— es que un grupo de ciudadanos sea convocado de manera aleatoria, que el INE así como insacula a ciudadanos para que seamos funcionarios de casilla, seleccione a un grupo de ciudadanos para que participe en los debates y sea representativo de la sociedad. Los ciudadanos no necesitan nada en particular, tenemos una sociedad muy sabia que a pesar de todo sigue sacando todos los días a este país adelante. México sigue saliendo adelante por su gente, no por su clase dirigente, sino por su sociedad.

¿Cómo piensas que pueden funcionar esos foros donde los ciudadanos aportan a las políticas públicas?

—No se trata de que estos espacios deliberativos sustituyan a los otros órdenes de gobierno. Todo el andamiaje institucional del país tendría que intervenir. Pensemos que van a discutir sobre medio ambiente; entonces en esa discusión va a haber recomendaciones para la Secretaría de Medio Ambiente, para la Cámara de Diputados, para Comisión Federal de Electricidad, para Pemex. Entonces lo que los ciudadanos recomienden es vinculante y es vinculante en el sentido de establecer una conversación y una verdadera rendición de cuentas entre todas estas instituciones y este cuerpo de ciudadanos.

¿Qué características debe tener ese nuevo ciudadano-cogobernante?

—La sociedad no necesita nada en particular. Un carpintero sabe lo que se debe hacer para resolver temas de ríos contaminados o tala de bosques, y va a proponer cosas; lo que pasa es que no se han generado los mecanismos de conversación y escucha. Un espacio institucional de la naturaleza que propongo es para que la gente común, la gente de a pie, la enfermera, el plomero, el maestro, el gerente de un banco, el chef de un restaurante, el pequeño y mediano empresario, etc. sean quienes participen en esta tarea de construir consensos y soluciones que el país necesita.

¿Hay algún ejemplo de éxito en el mundo?

—Yo creo que el ejemplo más exitoso es el de Jacinda Ardern, en Nueva Zelanda. Cuando entró su administración, lo primero que hizo fue un ejercicio de esta naturaleza para que, entre ciudadanos, definieran con qué variables debería medir ella el éxito de su administración y ha sido muy exitoso.

En este esquema, el INE jugaría un rol clave…

—Lo que sugiero en este manual es que el INE deje de ser Instituto Nacional Electoral, que nuestra democracia deje de ser sólo plebiscitaria que se exprese en las urnas, pues en los hechos los ejercicios electorales son cada vez menos un ejercicio de reflexión, de diálogo y de debate, para convertirse más en ejercicios de ataque y polarización. Sugiero que el INE sea el Instituto Nacional de Participación Ciudadana y esté a cargo de organizar y conducir estas conversaciones, estos espacios de democracia abierta.

libro de Julio Madrazo
Consensos. Palabras que resonaron en la presentación del libro: consensos, participación, nueva democracia, y no al monopolio de élites y partidos.

¿Por qué lanzas tu libro en este momento?

—Creo que México está en una encrucijada muy importante en la que debe decidir qué sistema político y qué sistema económico tendrá en los próximos 40 o 50 años, y no lo pueden definir nada más las élites. La crisis que hay del capitalismo, la crisis de la democracia requiere que los ciudadanos sean parte de esa conversación. El futuro de México no está en las manos de su clase dirigente. Si queremos cambiar las cosas, el futuro de México está en las manos de los ciudadanos.

¿Qué comentarios has recibido de tu libro? ¿Es viable tu idea?

—Muchos lo ven viable y otros lo ven a largo plazo. Pero a los escépticos yo les planteo: cuando las mujeres querían votar, nadie lo veía viable. Cuando queríamos que hubiera matrimonios del mismo sexo, nadie lo veía viable. Cuando se pedía la jornada de 40 horas, nadie lo veía viable. Hemos ido transformando nuestro contrato social y ha costado mucho trabajo y han sido años de lucha de las mujeres, de los obreros, etc. El enojo, la insatisfacción, el rechazo al sistema actual es tan grande que cualquiera que quiera gobernar a México en 2024 tendría que reconocer que la democracia tiene que ampliarse, mejorarse y avanzar.

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