Ajuste obligado
Los cambios en la estructura operativa del INE son movimientos que tienen una motivación

Los consejeros electorales además de los representantes de partidos políticos en votación económica durante la sesión de Instituto Nacional Electoral
/Foto: Cuartoscuro
Después de un periodo de altísima exigencia institucional, el INE alista un nuevo ciclo. Los procesos electorales de 2024 y 2025 pusieron a prueba las capacidades técnicas del Instituto y la cohesión interna de sus equipos de trabajo. El balance deja algo claro: es tiempo de ajustes y eso implica relevos que no deberían verse con extrañeza sino como parte de una dinámica natural que permite renovar impulsos, atender nuevas ideas y mejorar el funcionamiento institucional.
Así, la consejera presidenta, Guadalupe Taddei, iniciará cambios estratégicos en áreas clave y entre las más señaladas está la Dirección de Organización Electoral, cuyo titular, Miguel Ángel Patiño, se apartó del nuevo enfoque institucional. Su falta de alineación con la Presidencia del INE, su negativa a adoptar esquemas de modernización y la supuesta filtración de información operativa durante la jornada electoral de junio, lo hacen un perfil incompatible con los retos que se avecinan. La reforma electoral ya fue anunciada desde el Poder Ejecutivo, y lo que el INE necesita no es confrontación interna, sino cohesión, renovación y visión de futuro.