Nestora y los derechos humanos
En la repartición de las comisiones en el Senado se dio una lucha intensa y reveladora sobre cómo visualiza el nuevo gobierno el tema de los derechos humanos
En la repartición de las comisiones en el Senado se dio una lucha intensa y reveladora sobre cómo visualiza el nuevo gobierno el tema de los derechos humanos. Un senador sin partido, Emilio Álvarez Icaza, buscó por todos los medios, incluso con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil, ser tomado en cuenta para la presidencia. Cuentan los enterados que muchos legisladores estaban de acuerdo en que sería lo óptimo, dada su experiencia en el tema e inmediato pasado como secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Pero no tuvo éxito. Dicen los que saben que los dados de Morena estaban cargados a favor de Nestora Salgado, la exjefa de un grupo de autodefensa civil en Olinalá, Guerrero, que fue acusada —con grabaciones de por medio—, de secuestro y actos delictivos. El estire y afloje fue tan fuerte, que ni uno ni otro, oséase se fueron por una tercera opción, la panista Kenia López Rabadán, que si bien es abogada no tiene nadita de experiencia del tema, y Álvarez Icaza debió conformarse con la secretaría de la comisión. A Morena no le redituó mucho este primer round, porque la relación con las organizaciones quedó un poco lastimada, con una dosis de desconfianza.