El rey Carlos III retira el título de príncipe a su hermano Andrés, ¿cuál es la razón y qué tiene qué ver Jeffrey Epstein?
Carlos III retira a su hermano Andrés el título de príncipe tras nuevos escándalos ligados a Epstein y abuso de privilegios.
 
El príncipe Andrés enfrenta el mayor golpe de su vida pública tras perder sus títulos reales.
/Foto: Royal Family
El vendaval mediático que envuelve al príncipe Andrés parece haber alcanzado su punto máximo. Después de años de controversias, escándalos y silencios incómodos, el rey Carlos III ha tomado una decisión que marca un antes y un después en la historia reciente de la monarquía británica: retirar oficialmente a su hermano todos los títulos, honores y distinciones que alguna vez ostentó.
Desde hace meses, el nombre de Andrés de Inglaterra ha sido sinónimo de vergüenza y polémica en los círculos reales. Pero esta vez, la presión no solo vino de los tabloides ni del público, sino de las más altas esferas políticas y de la propia institución monárquica, cansada de cargar con la sombra de su comportamiento. El Palacio de Buckingham confirmó que el proceso está en marcha y que el exduque de York deberá abandonar su residencia en el Royal Lodge de Windsor.
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¿Por qué el rey Carlos III de Inglaterra le quita el título de príncipe a su hermano Andrés?
La decisión se tomó tras una revisión interna en la que el monarca concluyó que su hermano había cruzado límites que afectaban la credibilidad y reputación de la Casa Real. El comunicado del Palacio de Buckingham fue tajante:
“El príncipe Andrés será conocido ahora como Andrés Mountbatten Windsor”, señala el texto. “Su alquiler del Royal Lodge le ha permitido hasta ahora gozar de amparo legal para seguir residiendo allí. Se le ha notificado formalmente que debe renunciar a ese arrendamiento y que será trasladado a una residencia privada”.
Carlos III no solo le retira los títulos nobiliarios, sino que además le cierra las puertas de cualquier representación institucional. “Estos actos de censura se han vuelto necesarios, ante el hecho de que él continúa negando todas las acusaciones en su contra”, añade el comunicado.
El Palacio remató con un mensaje que no deja lugar a dudas sobre la posición del monarca:
“Sus Majestades quieren dejar claro que sus pensamientos y todo su afecto están, y siempre estarán, con las víctimas y los supervivientes de todo tipo de abuso”.
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¿Cuál fue la relación del príncipe Andrés con Jeffrey Epstein?
El vínculo entre Andrés y el magnate estadounidense Jeffrey Epstein ha sido uno de los temas más delicados para la monarquía británica. Aunque el príncipe siempre negó las acusaciones, su amistad con Epstein —quien fue condenado por delitos sexuales y murió en prisión— lo dejó marcado de por vida.
La polémica resurgió cuando se conocieron nuevos detalles sobre su relación y las acusaciones de Virginia Giuffre, quien aseguró haber sido víctima de abuso cuando era menor de edad. El caso se resolvió fuera de los tribunales mediante un acuerdo económico, pero el daño a la imagen del príncipe fue irreversible.
A ello se sumó la revelación de que Andrés, junto a su exesposa Sarah Ferguson y sus hijas, utilizó durante años una mansión de treinta habitaciones en el complejo de Windsor sin pagar renta, lo que desató la furia de la opinión pública y del Parlamento británico.
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La sociedad británica estaba harta de la arrogancia y privilegios del príncipe Andrés
El desgaste fue total. Desde hace tiempo, las encuestas reflejaban un claro hartazgo hacia el comportamiento del príncipe: su actitud distante, su vida de lujos y su aparente inmunidad frente a la justicia. Pero lo que antes era un murmullo se convirtió en un clamor colectivo.
Incluso en Westminster, tradicionalmente ajeno a los asuntos de la familia real, comenzaron a escucharse voces que exigían transparencia. Dos partidos —el Nacional Escocés y los liberales demócratas— impulsaron mociones para investigar la financiación del estilo de vida de Andrés.
Ante la creciente presión, el propio Gobierno de Keir Starmer dio su respaldo a la decisión de Carlos III. Con esta medida, el monarca busca cerrar un capítulo incómodo y enviar un mensaje claro: la monarquía británica no será refugio de privilegios ni abusos.
Andrés Mountbatten Windsor, como ahora se le conocerá, pasa así del lujo de Windsor al aislamiento de Sandringham. Un final amargo para quien alguna vez fue considerado el hijo más carismático de Isabel II, y que hoy encarna la cara más incómoda de la realeza británica.
AM
 
    
     
 
 
 
 
