La fantasía y el terror del maestro: Las películas imprescindibles de Guillermo del Toro
Del Toro ha logrado construir un lenguaje visual inconfundible, saturado de colores vibrantes y una minuciosa atención al diseño de producción.

Esta versión de Guillermo del Toro para la historia de Pinocho es una reinvención audaz y oscura del material, utilizando la técnica de animación stop-motion.
/Foto: Especial
El cine de Guillermo del Toro es un universo único, un brillante crisol donde la fantasía gótica y el terror más profundo convergen con una sensibilidad exquisita y una pasión innegable por los monstruos. A lo largo de su aclamada trayectoria, el cineasta mexicano ha redefinido el género fantástico al emplear a sus criaturas no como meros antagonistas, sino como seres complejos que a menudo encarnan la pureza y la inocencia, contrastando directamente con la verdadera monstruosidad de la humanidad.
Del Toro ha logrado construir un lenguaje visual inconfundible, saturado de colores vibrantes y una minuciosa atención al diseño de producción, que sumerge al espectador en mundos que son a la vez bellos y terribles. Este singular enfoque temático ha resonado globalmente, convirtiéndolo en uno de los autores más importantes del cine contemporáneo.
Su filmografía está marcada por temas recurrentes como la guerra, la resistencia a la autoridad, y la capacidad del amor para trascender barreras, ya sean físicas o fantásticas. Desde sus humildes comienzos en México hasta sus triunfos en Hollywood, el director ha mantenido una fidelidad admirable a su visión personal, creando historias que funcionan tanto como espectáculos visuales como poderosas alegorías sociales y políticas.
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Con la intención de explorar los pilares de su maestría, la siguiente selección repasa las películas que resultan cruciales para entender el legado de Guillermo del Toro. Estas obras no solo muestran su evolución técnica y narrativa, sino que también capturan la esencia de su fascinación por lo oscuro y lo hermoso.
El laberinto del Fauno (2006)
La película El Laberinto del Fauno (2006) se erige como la obra cumbre de la filmografía de Guillermo del Toro, logrando una fusión magistral entre el cuento de hadas oscuro y el drama histórico. La historia se sitúa en la España de 1944, pocos años después del fin de la Guerra Civil, sumergiendo a la joven protagonista, Ofelia, en un entorno de brutalidad y resistencia militar. Del Toro utiliza el entorno de la guerra para establecer un contraste sombrío con el mundo mágico al que Ofelia escapa: un viejo laberinto custodiado por un Fauno que le revela su verdadera identidad como una princesa de un reino subterráneo.
La genialidad de la película reside en la dualidad de la monstruosidad. Mientras que el mundo mágico está poblado por criaturas visualmente aterradoras, como el Hombre Pálido (una figura sin ojos en el rostro), la verdadera crueldad es perpetrada por los humanos. El Capitán Vidal es presentado como el villano real de la historia, cuya fría y metódica inhumanidad supera a cualquier ser fantástico. Las tres pruebas que Ofelia debe superar para regresar a su reino son metáforas directas de los dilemas morales y políticos que se viven en el mundo real de la posguerra.
Con una aclamación unánime, la cinta no solo se destacó por su poderosa narrativa y su diseño de producción impecable, sino que también fue un triunfo en las premiaciones internacionales, incluyendo tres Premios Óscar (Fotografía, Dirección Artística y Maquillaje) y múltiples Premios Goya. El Laberinto del Fauno es una exploración conmovedora sobre la inocencia, la
desobediencia y la imaginación como refugio y acto de resistencia ante la opresión y la violencia del mundo adulto.
La forma del agua (2017)
La forma del agua (2017) es una película que encapsula la filosofía de Guillermo del Toro, redefiniendo el género romántico a través del prisma de la fantasía pulp y la crítica social. Ambientada en la ciudad de Baltimore durante el punto álgido de la Guerra Fría (aproximadamente en 1962), la historia se centra en Elisa Esposito, una mujer solitaria y muda que trabaja como limpiadora en un laboratorio gubernamental de alta seguridad. Su vida cambia por completo con la llegada de una criatura anfibia, capturada en el Amazonas y sujeta a crueles experimentos por parte de los militares.
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La película es, esencialmente, una historia de amor imposible y una oda a los marginados. Elisa, junto a su vecino, Giles, y su colega, Zelda, forma un triángulo de personajes que son socialmente invisibles o discriminados. Del Toro utiliza el Hombre Anfibio como el catalizador de la trama, representando la belleza, la pureza y la inocencia, atributos que contrastan con la verdadera monstruosidad encarnada en el coronel Strickland, el cruel antagonista humano. El romance se desarrolla en silencio, demostrando que la conexión y el entendimiento emocional no requieren palabras, sino empatía.
El éxito de la cinta fue rotundo: La Forma del Agua ganó el León de Oro en el Festival de Venecia y se alzó con cuatro Premios Óscar, incluyendo los de Mejor Director y Mejor Película. Su triunfo no solo validó la visión autoral de Del Toro, sino que también demostró que las películas de monstruos pueden ser historias profundas sobre la tolerancia y la inclusión. La película es un testimonio conmovedor de la capacidad del amor para sanar y triunfar sobre la
Pinocho (2022)
Esta versión de Guillermo del Toro es una reinvención audaz y oscura del material, utilizando la técnica de animación stop-motion. Del Toro traslada la fábula a la Italia fascista de la década de 1930, un telón de fondo político que añade una capa de complejidad y peligro al relato. Esta ambientación histórica subraya el tema central de la película: la desobediencia como un acto de virtud en tiempos de tiranía y la aceptación incondicional del amor en un mundo lleno de prejuicios.
La película se distancia de las adaptaciones más dulces, enfocándose en la oscuridad emocional. Aquí, Pinocho es creado por el carpintero Geppetto como una forma de lidiar con el profundo dolor por la pérdida de su hijo en un bombardeo. La marioneta, más traviesa e imperfecta que las versiones anteriores, representa la imperfección del amor paterno y la necesidad de aceptar a los seres queridos tal como son, no como quisiéramos que fueran.
El largometraje es un triunfo visual y emocional, reconocido con el Premio Óscar a Mejor Película de Animación. Su animación stop-motion, de una belleza artesanal y detallismo asombroso, infunde a la historia una textura atemporal y una resonancia melancólica. Pinocho de Guillermo del Toro es una meditación madura sobre la mortalidad, el sacrificio y la relación indestructible entre un padre y un hijo, haciendo de la desobediencia, el camino hacia la humanidad.
Cronos (1993)
Cronos (1993) es una obra fundamental que estableció las bases del estilo cinematográfico distintivo de Guillermo del Toro. Esta producción mexicana, con un presupuesto modesto, redefinió el concepto del vampirismo al centrar su trama en un artefacto mecánico del siglo XVI que otorga la vida eterna, el “Aparato Cronos”, en lugar del folclore tradicional. La historia se desarrolla en torno a Jesús Gris, un anciano y bondadoso anticuario, que accidentalmente descubre y activa el dispositivo.
El film utiliza la ciencia ficción y el horror corporal para explorar temas como la inmortalidad y la degradación del cuerpo. A medida que Jesús Gris experimenta una regeneración física, también desarrolla una dependencia parasitaria de la sangre, lo cual lo obliga a enfrentar el dilema moral de su nueva existencia. Del Toro emplea el horror no solo para asustar, sino para reflexionar sobre el precio de desafiar la naturaleza y la mortalidad.
A pesar de ser su primer largometraje, Cronos fue un éxito de crítica, ganando nueve Premios Ariel (incluyendo Mejor Película y Mejor Director). La película destacó por su diseño de producción meticuloso y su narrativa inteligente, que evita los clichés del género. Este debut audaz no solo demostró el potencial de Del Toro, sino que también les abrió las puertas a producciones internacionales, consolidando su reputación como un narrador visionario con una voz única en el cine de género.
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