La mayoría de los narcos condenados en EU son estadounidenses: Las cifras que desmienten a Trump
De acuerdo con cifras del Instituto Cato, el 78% de las condenas por tráfico de drogas en 2024 correspondió a estadounidenses, un dato que contradice el discurso del presidente Donald Trump
Una gran fotografía del presidente estadounidense Donald Trump cuelga de la fachada del edificio de la sede del Departamento de Trabajo durante la jornada nacional de protesta “No Kings” en Washington, D.C.
/AMID FARAHI/AFP
Pese a las acusaciones del gobierno estadounidense contra México, Colombia y Venezuela, los datos oficiales demuestran que la mayoría de los condenados por narcotráfico en Estados Unidos son ciudadanos de ese país.
De acuerdo con cifras del Instituto Cato, el 78% de las condenas por tráfico de drogas en 2024 correspondió a estadounidenses, un dato que contradice el discurso del presidente Donald Trump, quien ha señalado reiteradamente a inmigrantes —en especial los indocumentados— como los principales responsables de la crisis del fentanilo.
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El reporte muestra que, de los 12,004 condenados por delitos de narcotráfico en 2024, 9,362 eran estadounidenses. Aun en los distritos fronterizos del suroeste, donde la narrativa política suele culpar a los migrantes por el flujo de drogas, los nacionales representaron el 72% de los sentenciados.
El verdadero origen de la crisis del fentanilo en EU
El estudio también detalla que los estadounidenses fueron el 84% de los condenados por tráfico de fentanilo, una sustancia que ha causado decenas de miles de muertes por sobredosis en el país. Entre 2018 y 2024, el número de condenas por este delito se multiplicó por más de diez: pasó de 52 casos en 2018 a 743 en 2024.
Los investigadores explican que muchas organizaciones de narcotráfico prefieren contratar a ciudadanos estadounidenses para mover la droga dentro del país, ya que no enfrentan los controles migratorios y levantan menos sospechas en los puertos de entrada.
Además, los informes del gobierno federal confirman que la mayoría de las incautaciones de fentanilo ocurre en cruces fronterizos legales, no en zonas de tráfico irregular. Según los datos, entre 2015 y 2025, solo el 4% de las incautaciones se registraron en carreteras después de los puntos de ingreso y el 11% durante rondas de la Patrulla Fronteriza.
Las operaciones militares y la narrativa del enemigo externo
Desde septiembre, el Ejército de Estados Unidos ha implementado una nueva táctica: atacar embarcaciones en el Caribe y el Pacífico que presuntamente transportan drogas. En menos de dos meses, casi una decena de ataques han dejado más de 30 muertos.
El gobierno de Donald Trump ha difundido videos de estas operaciones, grabados con drones, para reforzar la idea de que los cárteles extranjeros son los principales culpables de la crisis de drogas. Sin embargo, los datos oficiales contradicen esa versión.
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El Instituto Cato advierte que este tipo de políticas criminalizan a los migrantes sin evidencia y desvían la atención del verdadero problema: el consumo interno y la falta de programas eficaces de prevención y rehabilitación.
Cifras clave del narcotráfico en Estados Unidos
- 78% de los condenados por narcotráfico en 2024 fueron estadounidenses.
- 84% de los condenados por tráfico de fentanilo eran ciudadanos nacionales.
- En los distritos fronterizos del suroeste, 72% de los condenados también eran estadounidenses.
- Entre 2018 y 2024, las condenas por fentanilo aumentaron de 52 a 743 casos.
- Solo el 4% de las incautaciones ocurrieron fuera de los puertos legales de entrada.
Lo que dicen los analistas sobre el origen del problema
“Ejecutar a sospechosos de tráfico de drogas o deportar masivamente inmigrantes sin debido proceso ignora descaradamente la evidencia”, señala el informe del Instituto Cato.
“La crisis de drogas se ha creado para los consumidores estadounidenses, y ningún escenario migratorio cambiará esa realidad sin políticas centradas en reducir la demanda”, concluye el estudio.
Estas afirmaciones subrayan que el problema no radica en los migrantes ni en los países latinoamericanos, sino en la demanda interna y la falta de control sobre los opioides sintéticos en el mercado estadounidense.
Los datos disponibles dejan claro que la crisis del fentanilo y del narcotráfico en Estados Unidos no tiene su origen en la inmigración, sino en el consumo, la producción interna y la debilidad del sistema de salud pública para atender las adicciones.
Mientras el discurso político insiste en señalar culpables externos, las estadísticas muestran que cuatro de cada cinco traficantes son ciudadanos estadounidenses, y que las soluciones reales pasan por políticas de prevención, educación y tratamiento, no por medidas militares ni deportaciones masivas. DJ