¿La Tierra tendrá dos lunas? Esto revela la NASA del curioso fenómeno que durará hasta 2083

23 de Octubre de 2025

¿La Tierra tendrá dos lunas? Esto revela la NASA del curioso fenómeno que durará hasta 2083

La NASA confirmó que la Tierra tendrá una segunda “luna” hasta 2083: un asteroide que acompañará nuestra órbita por décadas.

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La NASA detectó una nueva “cuasi-luna” que acompañará a la Tierra durante décadas.

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Foto: Denny Müller/ Unsplash

La NASA detectó una nueva “cuasi-luna” que acompañará a la Tierra durante décadas.
Foto: Denny Müller/ Unsplash

Durante siglos, mirar al cielo nocturno ha sido un acto casi ritual: una luna iluminando el firmamento, acompañando mareas, calendarios y leyendas. Pero a partir de ahora, esa imagen cambiará. La NASA confirmó que, desde este año y hasta 2083, la Tierra tendrá un segundo acompañante visible: una “cuasi-luna” que orbitara junto a nosotros durante más de medio siglo.

Aunque no se trata de una segunda luna en sentido estricto, este nuevo cuerpo celeste —bautizado como 2025 PN7— ha despertado asombro en la comunidad científica. Su hallazgo marca el inicio de una etapa en la que nuestro planeta compartirá su órbita con un pequeño viajero cósmico, un asteroide que se mueve casi al mismo ritmo que la Tierra alrededor del Sol.

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El asteroide 2025 PN7 seguirá la órbita de la Tierra hasta el año 2083. / Foto: Brad Mann/Unsplash

NASA confirma que la Tierra tendrá dos lunas

El anuncio fue realizado por astrónomos de la NASA, quienes explicaron que este nuevo compañero cósmico permanecerá en las cercanías terrestres durante aproximadamente 58 años. El 2025 PN7 fue detectado por primera vez en agosto, desde un observatorio en Hawái, y sus características han sorprendido a los expertos: mide cerca de 19 metros de diámetro y mantiene una trayectoria estable, siguiendo la órbita solar casi paralela a la de la Tierra.

Aunque ha sido popularmente apodado “miniluna”, los científicos aclaran que no se trata de un satélite natural como el que conocemos. A diferencia de la Luna, que está gravitacionalmente ligada a nuestro planeta, el 2025 PN7 es un asteroide independiente, que se mantiene cerca debido a una compleja interacción entre su velocidad, su posición y las fuerzas gravitatorias del sistema solar.

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¿Por qué se da este fenómeno?

El fenómeno de las cuasi-lunas ocurre cuando un objeto celeste orbita el Sol en sincronía con un planeta, dando la impresión de que gira alrededor de él. En realidad, su movimiento es autónomo, pero las coincidencias orbitales hacen que se mantenga relativamente cerca durante largos periodos de tiempo.

En el caso del 2025 PN7, su órbita elíptica se alinea casi perfectamente con la terrestre, lo que permite que “acompañe” a nuestro planeta durante décadas sin perder estabilidad. Los astrónomos explican que su cercanía no implica peligro alguno: nunca se aproximará lo suficiente como para ingresar en nuestra atmósfera ni colisionar. De hecho, permanecerá a millones de kilómetros de distancia, mucho más allá del recorrido de nuestra Luna.

La NASA considera que este descubrimiento es una oportunidad excepcional para estudiar las interacciones gravitatorias entre cuerpos pequeños y planetas, un fenómeno clave para entender cómo se formó el sistema solar. Según los investigadores, observar cómo un asteroide logra mantener un equilibrio tan preciso puede ofrecer pistas sobre los movimientos de los objetos primitivos que dieron origen a los planetas actuales.

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Los astrónomos aprovecharán su paso para estudiar interacciones gravitatorias. / Foto: Adrian Mag/ Unsplash

¿Por qué la doble luna estará hasta el 2083?

Los cálculos orbitales indican que el 2025 PN7 permanecerá vinculado a la Tierra hasta aproximadamente el año 2083, momento en el que la influencia solar y otras perturbaciones gravitatorias lo alejarán lentamente hacia el espacio profundo. Este tipo de ciclos es común en las cuasi-lunas, cuyos “periodos de acompañamiento” pueden durar desde algunas décadas hasta siglos enteros, dependiendo de su tamaño, trayectoria y velocidad.

Aunque su estancia será temporal, el fenómeno representa una rara coincidencia astronómica: por primera vez en décadas, los observadores del cielo sabrán que, técnicamente, la Tierra comparte su camino solar con un segundo cuerpo. No habrá cambios visibles en el cielo nocturno —el asteroide es demasiado pequeño y tenue para verse sin telescopio—, pero su presencia recordará que el cosmos sigue lleno de sorpresas.

De esta forma, mientras nuestra Luna sigue guiando mareas y mitos, su nueva compañera silenciosa recorrerá el mismo camino, orbitando al Sol junto a nosotros hasta el año 2083, cuando emprenderá su viaje solitario de regreso al vasto universo.