El 25 de agosto de 2025, Ismael “El Mayo” Zambada García, de 77 años, se declaró culpable ante una corte federal de Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos, cerrando así una carrera criminal de más de cinco décadas que lo convirtió en el narcotraficante más buscado del mundo.
Zambada se declaró culpable de dirigir una empresa criminal entre 1989 y 2024, y de asociación delictuosa que abarca actividades criminales desde 2000 hasta 2012. Durante la audiencia, el veterano capo ofreció una disculpa pública. Dijo: “Reconozco el gran daño” causado a Estados Unidos y México.
Cofundador del Cártel de Sinaloa junto a Joaquín “El Chapo” Guzmán, Zambada se distinguió por su capacidad para mantenerse en libertad durante décadas mientras otros capos caían. Su estrategia consistía en mantener un perfil bajo, construir redes de corrupción sólidas y evitar la confrontación directa con las autoridades.
Bajo el liderazgo de Zambada, el también conocido Cártel del Pacífico, operaba como una sofisticada empresa multinacional del crimen organizado.
Estructura Operativa: La organización criminal funcionaba con una jerarquía clara donde Zambada actuaba como estratega principal, mientras que otros líderes como “El Chapo” manejaban operaciones específicas. Esta división del trabajo permitía al cártel mantener múltiples líneas de operación simultáneamente.
Rutas de Tráfico: El cártel utilizaba aviones, narcosumergibles, barcos contenedores, embarcaciones rápidas, autobuses, trenes y vehículos terrestres para transportar drogas desde México hacia ciudades como Chicago.
Red de Corrupción: Los fiscales han documentado cómo Zambada sobornó a políticos y militares mexicanos de alto nivel, creando un escudo de protección que le permitió operar con relativa impunidad durante décadas.
Diversificación Criminal: Además del tráfico tradicional de cocaína y heroína, la organización criminal se adaptó a los cambios del mercado, convirtiéndose en un proveedor principal de metanfetamina y, más recientemente, del letal fentanilo.
La detención de Zambada, el 25 de julio de 2024, fue resultado de una traición por parte de Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”. Según el propio Zambada, fue secuestrado en Sinaloa y trasladado sin su consentimiento a Estados Unidos, donde fue arrestado en El Paso, Texas.
Esta traición desencadenó una sangrienta guerra al interior del Cártel de Sinaloa, fragmentando la organización y creando un vacío de poder que ha intensificado la violencia en varias entidades del país.
Para Estados Unidos, la declaración de culpabilidad representa una victoria significativa pero compleja. Los fiscales consideran a Zambada “el cerebro detrás de la conspiración multimillonaria para inundar de narcóticos a comunidades de Estados Unidos, incluido el mortal fentanilo”. Su procesamiento exitoso demuestra la capacidad estadounidense para llevar ante la justicia a los criminales más elusivos.
Sin embargo, la experiencia histórica sugiere que la eliminación de líderes carismáticos, a menudo resulta en la fragmentación de las organizaciones criminales, creando múltiples grupos más pequeños que pueden ser igualmente violentos, pero más difíciles de combatir.
La declaración de culpabilidad de “El Mayo” Zambada marca el final simbólico de la era dorada del narcotráfico mexicano, cuando figuras como él y “El Chapo” construyeron imperios criminales que desafiaron durante décadas a las autoridades de ambos países.
Estados Unidos había ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares por información que llevara a su captura, subrayando la importancia que las autoridades daban a su arresto. Su caída cierra un capítulo, pero la lucha contra el narcotráfico continúa adaptándose a nuevas realidades y desafíos.
La historia de Ismael “El Mayo” Zambada termina en una corte de Brooklyn, pero las estructuras criminales que ayudó a crear seguirán interviniendo en el panorama del narcotráfico en los próximos años.
*Diputado local por el Distrito 15 de Iztacalco
X: @PabloTrejoizt