La importancia del informe capitalino

17 de Octubre de 2025

Jose Luis Camacho
Jose Luis Camacho

La importancia del informe capitalino

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El informe de gobierno —y en esta ocasión el “primer informe” de Clara Brugada— no es sólo un ritual protocolario: es la oportunidad para que la ciudadanía analice lo realizado, cuestione lo pendiente y reoriente expectativas. En el caso de la CDMX, es un ejercicio delicado, porque la capital es (más que siempre) un reflejo simbólico del rumbo nacional, un laboratorio de políticas urbanas, seguridad, vivienda y derechos sociales.

Brugada entregó formalmente su informe el 1 de septiembre al Congreso local, pero su presentación ante el pleno se programó para el 12 de octubre. En los días posteriores, los miembros de su gabinete tendrán que comparecer para la glosa, defender y matizar sus resultados. Esa fase de cuestionamiento será clave: un informe perfecto sobre el papel puede provocar más críticas si el discurso no se corresponde con la percepción ciudadana.

En total, el informe fue compilado en cuatro tomos (análisis ejecutivo, compendio estadístico, informe del gabinete y reporte de alcaldías) que buscan ofrecer transparencia y soporte técnico a las cifras presentadas. Ese detalle de volumen habla de voluntad de abarcar muchos frentes.

En materia de seguridad, la administración ha enfatizado una tendencia descendente en delitos de alto impacto. Brugada afirmó que los homicidios dolosos promedian 2.2 diarios, una cifra inferior al promedio de 2024; también apuntó que el robo de vehículos con o sin violencia ha registrado disminuciones. En el informe, el secretario de Gobierno incluso sostuvo que los delitos de alto impacto se han reducido en un 60%.

Estos logros serían bienvenidos si se traducen en una experiencia de menor inseguridad para quienes viven en colonias marginadas o en zonas con condiciones estructurales adversas (alta movilidad, deficiencia urbana, presión social).

En el ámbito urbano, el informe destaca obras de infraestructura (como la renovación de la Línea 1 del Metro hasta Observatorio), programas sociales y acciones en vivienda. También se menciona que algunas obras en “Utopías” enfrentan inconformidad vecinal, aunque el gobierno insiste en que no hay “atascos” sustanciales. Se subraya la adaptabilidad ante la temporada de lluvias, especialmente en tareas de bacheo y reencarpetamiento.

Pero los proyectos urbanos demandan seguimiento: la calidad, el mantenimiento, los procesos de participación ciudadana y el vínculo con las comunidades son elementos tan importantes como el inicio de las obras.

En lo social, Brugada también ha buscado reforzar la inclusión: mencionó apoyos en educación, fortalecimiento de los planteles escolares mediante presupuesto participativo, y acciones hacia grupos vulnerables.

El camino no ha sido fácil; al contrario, el informe oficial veladamente reconoce que Brugada ha tenido que lidiar con tensiones internas, resistencias vecinales y fenómenos climáticos que no pueden verse como excusas, sino como pruebas estructurales del gobierno local.

Mi balance personal es que el informe de Clara Brugada revela una administración con ambición y voluntad de incidir. La apuesta de su gestión parece clara: combinar obra, seguridad, inclusión social y participación ciudadana. Esa conjunción es legítima y necesaria para una ciudad compleja como la capital del país. Pero su verdadero mérito se medirá en el segundo y tercer año, cuando las primeras expectativas se crucen con obstáculos reales y aparezcan los “achiquites” inesperados.

Brugada enfrenta un escenario exigente: debe consolidar la confianza ciudadana con resultados. Debe demostrar que puede gobernar con equilibrio, escuchando a las comunidades sin diluir el ritmo. Debe mostrar que sus cifras no son espejismos técnicos, sino reflejo de mejoras palpables en la vida cotidiana.

En México, las capitales juegan un papel simbólico y propositivo en el rumbo nacional. Si Clara Brugada logra afinar su gestión entre contradicciones, resistencias y urgencias, podría consolidarse como un modelo viable para gobiernos progresistas de alto impacto. Si no, la misma presión de expectativas podría volverse su propia carga.

Queda por ver si el rumbo trazado en este primer informe se traduce en una ruta sólida para gobernar una ciudad que exige resultados, coherencia y sensibilidad social.

@jlcamachov