En 2024 las remesas del exterior hacia México ascendieron a 64,745 mil millones de dólares, provenientes principalmente de los Estados Unidos, cifra récord según reportes oficiales. Ese monto superó 2.3% la cifra registrada en 2023, cuando el país captó el 10% de las remesas a nivel mundial, posicionándose en segundo lugar solamente después de la India.
Las remesas, que es el dinero que los migrantes envían a sus familias que trabajan fuera de territorio nacional, constituye desde hace muchos años una de las principales fuentes de divisas para la economía mexicana, junto con las inversiones extranjeras, el comercio, el turismo y los hidrocarburos, entre otros rubros. Queda más que clara la trascendental importancia que representan los ingresos de nuestros compatriotas en el exterior para la economía del país y sus familias que viven en territorio nacional.
De acuerdo con estudios del Migration Policy Institute (MPI), en 2024 residían en territorio estadounidense 38.8 millones de connacionales que nacieron en México o declararon tener ascendencia u origen mexicano. La diáspora mexicana es la segunda más grande en los EU después de la alemana. Alrededor del 60 por ciento de los inmigrantes mexicanos viven en los estados de California o Texas.
Los adultos mexicanos tienen tasas más bajas de estudios que las comunidades nativas en los EU y las extranjeras en general. En el 2023, aproximadamente el 50 por ciento de los inmigrantes mexicanos de 25 años o más no contaban con un certificado de escuela secundaria o equivalente. Asimismo, el MPI ha detectado que los inmigrantes mexicanos tienen menos probabilidades de dominar el inglés que el conjunto de la población estadounidense nacida en el extranjero.
En este contexto, resultaría prioritario dar un giro al enfoque que se ha venido otorgando a los migrantes mexicanos no solamente reforzando la atención de los servicios consulares, protección y asistencia legal que les brindan los consulados que existen en los EU, Canadá y la red de embajadas de México en el resto del mundo, sino también en el adiestramiento, el entrenamiento y/o la capacitación, léase técnica, educativa y de enseñanza-aprendizaje de idiomas como el inglés, incluyendo la cultura y las costumbres a donde vayan a vivir y trabajar.
Para llevar a cabo esta trascendental tarea, podrían considerarse dos vías: 1) a nivel interno, mediante el establecimiento de centros de capacitación regional y de enseñanza de idiomas para trabajadores migrantes, con la participación del gobierno federal, de los estados de la república, los municipios, el sector privado y el sector educativo. 2) A nivel externo, a través del fortalecimiento y aprovechando la infraestructura con la que cuenta la UNAM a través de sus 12 sedes en exterior, ubicadas en 3 continentes y 8 países, a saber: Los Ángeles, Boston, Tucson, San Antonio, Chicago, Alemania, Cuba, Canadá, Reino Unido, Francia, España y China. Incluso, con base en ese esquema de la UNAM, la SEP podría replicarlo con nuevas sedes en los EU y desempeñar un papel crucial en el proceso de capacitación de los migrantes.
Este tipo de iniciativas han tenido éxito probado en naciones como las Filipinas, en donde en 2021 con base en una política de Estado se creó el Departamento de Trabajadores Migrantes dedicado a planear, coordinar y ejecutar las políticas y los programas para preparar, capacitar y apoyar en todo lo necesario a la salida y el regreso de los aproximadamente 2 millones de trabajadores migrantes que cada año van a trabajar a los EU, Canadá, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Japón y Australia, Hong Kong y otras naciones.
Ante las políticas migratorias cada vez más estrictas en el vecino del norte, se requieren acciones eficaces que permitan a nuestros migrantes enfrentar diversas situaciones de la mejor manera posible, que mejor que dándoles herramientas, ayudándolos a prepararse con educación, conocimientos técnicos y el inglés para ser competitivos frente a los indios y chinos en sectores como computación, tecnología y salud. Es lo menos que se podría hacer por todos aquellos que diariamente dan sus vidas por México. ¿No lo cree usted?