¿Qué mensajes deja el reporte sobre impactos, adaptación y vulnerabilidad (AR6-II) del IPCC? La advertencia central consiste en reiterar, como lo han hecho diferentes estudios especializados a lo largo de tres décadas, que el aumento en la temperatura global conlleva riesgos de eventos catastróficos, mayores niveles de vulnerabilidad para las comunidades humanas y ciclos de retroalimentación impredecibles y para los cuales difícilmente se puede estar preparado.
Este reporte representa la segunda parte del reporte de evaluación sobre la situación del cambio climático que cada lustro presenta el IPCC, la primera parte sobre ciencia física del cambio climático se publicó a finales de 2021 y la correspondiente a mitigación de gases de efecto invernadero ser presentará en las próximas semanas.
Coincide la publicación del AR6 este año con el treinta aniversario de la Cumbre de Río, durante la cual la comunidad internacional creó diversos instrumentos internacionales para contener la crisis ambiental global, incluyendo la Convención Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidos. Treinta años e infinidad de cumbres climáticas después, las acciones para contener la emisión de GEI a la atmósfera han sido insuficientes, la transferencia de recursos hacia países pobres y en desarrollo es muy lenta y la definición de estrategias para la adaptación es prácticamente inexistente.
De acuerdo con las conclusiones del AR6-II los impactos ya observables derivados del aumento en la temperatura y las proyecciones de daños potenciales son en realidad más graves que lo previamente se había reportado. Treinta años después de Río se han incrementado exponencialmente la incertidumbre y el nivel de riesgos que enfrenta la humanidad ante lo que es una emergencia climática y ambiental global.
Siguiendo lo que el IPCC advirtió en 2021, de continuar con las mismas tendencias en la emisión de GEI, estamos ante un escenario de 2.7ºC de aumento en la temperatura y la posible ocurrencia de fenómenos naturales extremos relacionados con un planeta más caliente pueden rebasar cualquier capacidad de adaptación efectiva. De igual forma, algunos daños a los ciclos y procesos naturales observados son ya irreversibles y pueden activar efectos de retroalimentación impredecibles.
La adaptación es un proceso complejo y costoso en sí mismo, pero de aumentar la temperatura por encima de 2ºC, tal vez no habrá adaptación posible en diversas regiones del mundo, lo cual vuelve altamente vulnerable a 3.3-3.6 billones de personas. En otras palabras, la mitad de la población mundial está en situación de alto riesgo. Por supuesto, el cambio climático tendrá impactos diferenciados regionalmente, afectando primero a países y regiones en las que las condiciones de desigualdad y pobreza previas aumentan el nivel de riesgo y vulnerabilidad de las comunidades humanas.
Algo muy interesante del AR6 es que coloca en el centro a la justicia climática como vía para entender el sufrimiento humano correlacionado a los riesgos y daños del cambio climático. En este sentido, el reporte insiste en que actuar ante el cambio climático requiere pensar estrategias más efectivas que identifiquen niveles de riesgo, pero que integren principios de justicia distributiva, procesal y respeto a la identidad de comunidades y de los pueblos indígenas.
Lo que habrá que ver es la disposición real de la comunidad internacional para desarrollar mecanismo de cooperación e implementar acciones más efectivas luego de los efectos de la pandemia y la invasión rusa a Ucrania. Lo único claro es que lo que se ha hecho hasta ahora es insuficiente, que el riesgo y la vulnerabilidad son más altos y que la humanidad tiene un margen de margen de maniobra cada vez más reducido para lograr resultados durante esta década.