Hágase la luz

27 de Octubre de 2025

Rebeca Pal

Hágase la luz

Después del último artículo que escribí sobre la depresión, algunas personas me escribieron para comentarme que sospechan que tienen depresión y no saben qué hacer.

No les voy a mentir, es un poco difícil discernir si sólo se está pasando por un mal momento o si ese mal momento se ha convertido en parte de nuestra vida. Por eso importante acudir con un especialista para que nos dé un diagnóstico completo. No necesitas tener depresión para ir a terapia. La terapia nos ayuda a conocernos mejor y a tener una mejor calidad de vida. Recordemos que vivimos en una sociedad con niveles de estrés muy elevados, que tiene impactos negativos en nuestra salud, especialmente en la psicológica. Son muchos factores los que provocan estrés y nos hacen sentir tristes, y muchos otros los que pueden provocar depresión (cada persona es un mundo). Por muy delgada que sea la línea, la tristeza y la depresión no son lo mismo.

Lo que podemos hacer en caso de no tener depresión, es aprender a cuidar de nuestra salud emocional. La física cuántica señala que todo es energía y que somos seres vibracionales. Cada vibración positiva o negativa que emitimos, equivale a un sentimiento. Hay siete cosas que pueden desestabilizarnos y provocar el sentimiento de tristeza.

  • Pensamientos: “Todo pensamiento que se emite es una frecuencia al Universo que regresa al origen”. Si piensas en negativo, lo negativo llegará al punto de partida: la persona que lo pensó.
  • Compañías: “Las personas que nos rodean influencian directamente nuestra frecuencia vibracional”. Mejor conocidos como personas tóxicas.
  • La música: “La música es poderosísima. Lo que escuchamos interfiere directamente con lo que vibramos”.
  • Lo que vemos: “Nuestro cerebro acepta como realidad lo que vemos por la televisión o Internet, y libera una química en el cuerpo que nos afecta”. Yo he disminuido el horario que tenía para ver las noticias, y en Instagram he dejado de seguir a mujeres que se presentan ante el mundo con cuerpos y vidas perfectas.
  • El ambiente: “Ya sea en la casa o en el trabajo, si pasamos gran parte del tiempo en un ambiente desorganizado, sucio y feo también afectará nuestra frecuencia”. Al igual que las personas, hay ambientes que suelen ser muy tóxicos. Limpiar nuestro ambiente es importante.
  • La palabra: “Si reclamamos o hablamos mal de las cosas y de las personas, nuestra frecuencia vibracional se ve afectada, por eso es importante eliminar ese mal hábito. También evitemos hacer dramas y victimizarnos”. Voy a usar las palabras de Rafael Echeverría en su libro Ontología del lenguaje: “El lenguaje siempre llega tarde, cuando la realidad ya se ha estabilizado”. “La acción de hacer una declaración genera una nueva realidad”. “Las declaraciones nos acercan a lo que comúnmente asociamos con el poder de los dioses. Son la expresión más clara del poder de la palabra, de que aquello que se dice se transforma en realidad (…) No es extraño, por lo tanto, constatar cómo, en nuestra tradición judeo-cristiana, se sostiene que en el inicio sólo existía la palabra y que fue precisamente la palabra, como nos relata el Génesis la que crea el mundo a través de sucesivas declaraciones. «Hágase la luz», declaró Dios, y la luz se hizo.
  • Gratitud: “La gratitud afecta positivamente la frecuencia vibracional, abre las puertas para que las cosas buenas fluyan”. Las personas más felices que conozco, son quienes más gratitud demuestran a pesar de las carencias que hayan tenido a lo largo de su vida. Un amigo dijo que era maravilloso caminar descalzo por primera vez en la Ciudad. Le acababan de robar los tenis.

“Si queremos conocer a un ser humano, debemos empezar por conocer su mente: el lugar donde se asienta el pensamiento. Es ese lugar donde reside el alma, lo que nos hace ser como somos” Rafael Echeverría.