TigerSwan, mercenario de la seguridad

23 de Abril de 2024

TigerSwan, mercenario de la seguridad

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Police guard a bridge near Oceti Sakowin Camp on the edge of the Standing Rock Sioux Reservation on December 3, 2016 outside Cannon Ball, North Dakota, as Native Americans and activists from around the country gather at the camp trying to halt the construction of the Dakota Access Pipeline. / AFP / JIM WATSON (Photo credit should read JIM WATSON/AFP/Getty Images)

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JIM WATSON/AFP/Getty Images

Police guard a bridge near Oceti Sakowin Camp on the edge of the Standing Rock Sioux Reservation on December 3, 2016 outside Cannon Ball, North Dakota, as Native Americans and activists from around the country gather at the camp trying to halt the construction of the Dakota Access Pipeline. / AFP / JIM WATSON (Photo credit should read JIM WATSON/AFP/Getty Images)

La empresa se enfrentó al movimiento opositor a la construcción de un oleoducto en Dakota

A comienzos de abril del año pasado, activistas indígenas que se llamaban a sí mismos protectores del agua y sus aliados pasaron meses intentando bloquear la construcción del Oleoducto Dakota Access, de mil 886 kilómetros, que pasaría cerca de la reserva sioux Standing Rock en Dakota del Norte y atravesaría otros tres estados. Los oponentes de DAPL se toparon con un aparato policial fuertemente militarizado, incluyendo policías locales y marshals estatales, así como con la policía de la Oficina de Asuntos Indios y tropas de la Guardia Nacional. Fue la brutalidad de los agentes de seguridad privada lo que provocó una gran indignación con respecto al proyecto del oleoducto. El fin de semana del Día del Trabajo de 2016, Democracy Now! fotografió a guardias de seguridad de oleoductos que atacaron con perros a manifestantes pacíficos.

Arsenal. TigerSwan tiene 350 empleados y oficinas en Irak, Afganistán, Arabia Saudita, Jordania, India, América Latina y Japón.

Después de ese incidente, Energy Transfer Partners buscó a TigerSwan, una compañía con una larga experiencia en operaciones de contraterrorismo, para supervisar el trabajo de las otras compañías de seguridad contratadas para proteger el ducto. Entre las empresas de seguridad que trabajan a lo largo del oleoducto se encuentran Silverton, Russell Group de Texas, 10 Code LLC, Per Mar, SRC, OnPoint y Leighton. Con sede en Apex, Carolina del Norte, TigerSwan fue fundada por el coronel retirado James Reese durante el auge de la guerra en Irak. Reese, excomandante de la unidad de operaciones especiales del Ejército de élite conocida como Delta, entró en la explosiva industria privada de seguridad e inteligencia para competir con Blackwater. TigerSwan tiene aproximadamente 350 empleados y oficinas en Irak, Afganistán, Arabia Saudita, Jordania, India, América Latina y Japón. Los registros del Consejo de Investigación y Seguridad Privada de Dakota del Norte muestran que TigerSwan operó sin licencia en Dakota del Norte durante la operación de seguridad del oleoducto, afirmando en un comunicado enviado al Consejo que hacían labores de mantenimiento y consultoría en tecnologías de la información para su cliente. En septiembre, el Consejo de Licencias se enteró de la posición de la empresa como contratista en el Dakota Access y escribió una carta a su sede en Carolina del Norte solicitando que presentara una solicitud de licencia. Después de que James Reese escribiera una carta en la que se oponía a la decisión, el director ejecutivo del Consejo de Seguridad respondió que “una razón de la negativa se refiere a su falta de respuesta a la solicitud de información del Consejo sobre las actividades de TigerSwan y James Reese dentro de Dakota del Norte”. Ni TigerSwan ni el Consejo respondieron a preguntas sobre la licencia de la compañía. Los informes de situación indican que, durante las primeras semanas de trabajo de la compañía en el oleoducto, los empleados de TigerSwan se reunieron con la policía en Iowa y Dakota del Norte, y con el Sheriff Dean Danzeisen del condado de Mercer, Dakota del Norte, quien “accedió a compartir información”.

›El 13 de septiembre, TigerSwan instaló a un enlace dentro del “comando de operación conjunto” en Dakota del Norte. La fusión de las operaciones de inteligencia públicas y privadas enfocada en los protectores del agua estaba en marcha.

Una de las líneas de comunicación de TigerSwan con la policía fue a través de informes de inteligencia que hacían eco de los reportes de la situación interna elaborados por la empresa. Un informe fechado el 14 de septiembre de 2016, indica que TigerSwan se reu-nió con el Buró de Investigación Criminal de Dakota del Norte “con respecto al video y la fotografía recogidos para la acusación”. El mismo documento describe los planes para “coordinación con la inteligencia [de las fuerzas policiales]”. Los informes de situación de TigerSwan también describen conversaciones entre los agentes de la compañía y agentes del FBI en por lo menos cuatro ocasiones. Los activistas en el terreno fueron monitoreados por un helicóptero de Dakota Access que proporcionó cobertura de video en vivo a sus observadores en las agencias policiales, de acuerdo con una conversación entablada vía correo electrónico el 12 de octubre que incluía a oficiales del FBI, DHS, BIA, y las policías local y estatal. En un correo electrónico, el especialista en inteligencia de seguridad nacional Terry Van Horn, de la oficina del fiscal de Estados Unidos, reconoció su acceso directo al video tomado desde el helicóptero, que seguía los movimientos de los inconformes durante una manifestación. “Observando una transmisión en vivo del Helicóptero del DAPL, en espera de la llegada al sitio”, escribió. Cecily Fong, portavoz de las fuerzas del orden durante las protestas, reconoció que un centro de operaciones en Bismarck tenía acceso a la transmisión, indicando en un correo electrónico a The Intercept que “el video fue proporcionado como cortesía, para tener conocimiento de la situación”. Cuestionado sobre el Intel Group, Fong respondió que, “El Intel Group se formó prácticamente desde el principio. Involucraba a personal de nuestro (Centro de Inteligencia Estatal y Local), el BIA, el FBI y Justicia”, y consistía en “alrededor de siete personas que controlaban las redes sociales en particular, porque en este caso era el medio que muchos, si no es que todos los manifestantes estaban usando”. A medida que el movimiento protector del agua se expandió de Dakota del Norte a otros estados, también lo hizo la vigilancia. Un informe fechado el 29 de marzo, por ejemplo, apunta a una reunión entre TigerSwan y “la Oficina de Campo del FBI en Des Moines, con las oficinas de Omaha y Sioux Falls uniéndose por conferencia telefónica. También estuvieron presentes representantes de la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo, el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Servicios de Emergencia de Iowa, el Departamento de Seguridad Nacional de Iowa y el Departamento de Vida Silvestre de Iowa. Los temas tratados incluyeron la evaluación de la amenaza actual hacia el ducto, la disposición de los activos de seguridad actuales y las personas de interés. El FBI parecía ser muy receptivo a la información que se les presentaba, y pronto se programarán reuniones con individuos”. Contactado para buscar sus comentarios, la recientemente elegida Sheriff del Condado de Lee, Stacy Weber, dijo que no había discutido el tema de TigerSwan con el sheriff anterior. El contratista de TigerSwan que proporcionó los informes de la situación, dijo que no creía que la compañía operara un dron predator, sino que los metadatos en las imágenes que compartió apuntaban al uso de la cámara usada por un dron Phantom 4 de DJI, disponible comercialmente. Uno de los reportes diarios de inteligencia señala los planes para obtener lentes de visión nocturna, dispositivos acústicos de rango amplio, armaduras corporales y cámaras infrarrojas. Los reportes también revelan una campaña generalizada y sostenida de infiltración en los campamentos de protesta y en los círculos de activistas. Las operaciones encubiertas están implícitas en muchos de los otros reportes sobre la situación, los cuales están llenos de detalles que sólo los individuos con acceso directo y consistente a las comunidades de manifestantes podrían haber reunido. En pocas ocasiones, sin embargo, los informes hacen esa presencia más explícita, por ejemplo, refiriéndose a “fuentes en el campamento”. Quizá una de las revelaciones más sorprendentes de los documentos es el nivel de hostilidad mostrado por TigerSwan hacia los protectores de agua, pues describe sistemáticamente a los manifestantes pacíficos usando un lenguaje militar y táctico más apropiado para las operaciones de contraterrorismo en una zona de conflicto armado.

Con frecuencia, TigerSwan se refería a los manifestantes como “terroristas”, calificando sus acciones directas como “ataques” y los campos como un “campo de batalla”, dando a los manifestantes un trato no sólo de criminales, sino de amenaza a la seguridad nacional.

Un informe del 1 de marzo detalla que la “debilidad operacional de los manifestantes permite a los elementos de TigerSwan desarrollar y dictar el espacio de batalla”. Esta empresa también presta atención a manifestantes de ascendencia de Oriente Medio. Un informe de situación del 22 de septiembre sostiene que “la presencia de más palestinos en el campo y el involucramiento del movimiento con individuos islámicos es una dinámica que requiere de mayor estudio”. Este perfil étnico y religioso de los manifestantes no era inusual. Un hilo de correo electrónico de 12 de octubre compartido entre los miembros del Intel Group proporciona un ejemplo claro de cómo TigerSwan sospechaba de individuos específicos y lo comunicaba a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Tonya Jahner, miembro del equipo del Sheriff del Condado de Cass envió por correo electrónico a varios otros oficiales, entre ellos dos agentes del FBI, una visión general de la información proporcionada por la “información de la compañía”. La información pertenecía a una mujer que Jahner calificó de tener un “fuerte islamismo chiíta” con una gran base de seguidores chiítas”. La mujer había hecho “varios viajes al extranjero”, escribió Jahner. Los agentes de TigerSwan también rastreaban regularmente los movimientos de individuos más allá de las líneas estatales. El 4 de noviembre, de acuerdo con uno de los documentos internos de TigerSwan, una SUV blanca se detuvo cerca de una válvula de la tubería en Dakota del Sur. Abordado por un guardia de seguridad, el conductor se presentó como Gary Tomlin y le informó que era un reportero independiente que cubría el oleoducto. En una entrevista, Tomlin, de 63 años, quien cubre la junta escolar local de Galesburg, Illinois, dijo que había decidido recorrer el oleoducto y escribir una historia sobre ella como freelancer. Un informe de situación de ese día señala: “Éste es el mismo individuo identificado en el SITREP hace unos días en Illinois y Iowa”. La compañía de seguridad OnPoint contactó rápidamente a TigerSwan “para hacer una evaluación de Gary Tomlin” y notificó al guardia en el próximo “sector” que Tomlin se dirigía hacia allá. “Se ordenó al Equipo 6 interceptar y/o observar el movimiento de Gary Tomlin en todo el Sector Dakota del Sur”, dice el documento. “Creo que Gary Tomlin esconde sus verdaderas intenciones y que tiene una gran cantidad de información para ofrecer a los manifestantes. Se estima que llegará a Dakota del Norte la tarde del día 4 o la mañana del día 5”, agrega el analista. Tomlin se rio de la idea de que estaba trabajando con los manifestantes. Cuando llegó a los campamentos de Dakota del Norte, pocas personas hablaron abiertamente con él. Cody Hall, un prominente activista nativo cuyos movimientos son seguidos de cerca en los informes de TigerSwan, dijo: “Manejaban en SUVs e iban detrás de mí, o justo a mi lado, era como, carajo, como si me hubieran puesto una escolta. Eso siempre era lo más atemorizante: ¿Cómo sabían que yo llegaría?”.

Plan de compromiso social

Un documento fechado el 16 de octubre, obtenido a través de una solicitud de información pública, establece la misión del equipo de seguridad liderado por TigerSwan que trabaja en Dakota del Norte: Además de proteger a los trabajadores del oleoducto, la maquinaria y el material de construcción, proteger la reputación del DAPL. “La misión de relaciones públicas rápidamente se convirtió en una prioridad para la empresa, muestran los documentos. Como dice un informe de situación filtrado de principios de septiembre, el éxito requeriría “mensajes estratégicos del cliente para impulsar la idea de que somos los buenos, que contamos la historia real y abordamos los mensajes negativos con respuestas”. En numerosas ocasiones, los agentes de TigerSwan hicieron hincapié en la necesidad de cambiar la narrativa pública establecida por los manifestantes e impulsar el apoyo público a favor del oleoducto. A medida que los reportes de represión adquirían la atención y el apoyo nacional contra el oleoducto, los agentes de la firma recogieron y analizaron cuidadosamente la cobertura de los medios, advirtiendo a su cliente sobre cómo ciertos incidentes podrían ser recibidos por el público. “Este artículo sólo fue publicado por el Huffington, pero la expansión de la narrativa de la tribu fuera de los medios de comunicación comunitarios nativos americanos es de gran preocupación”, señala un informe del 3 de octubre. Los agentes de TigerSwan describen regularmente los relatos de los manifestantes como “propaganda”. El 22 de septiembre discutieron el desarrollo de una campaña de operaciones de información dirigida por el equipo de inteligencia de Carolina del Norte y Robert Rice, quien sin revelar su afiliación con TigerSwan se presentó como “Allen Rice” en una serie de videos en la que ofrecía una visión crítica de las protestas. Los videos, publicados en las páginas de Facebook “Defend Iowa” y “Netizens for Progress and Justice”, fueron eliminados después de que The Intercept contactara a TigerSwan, Rice, y los administradores de las páginas en busca de comentarios. Ninguno respondió.

VETERANO. James Reese, fundador de TigerSwan, es un coronel retirado que deseaba competir contra Blackwater.

Con la construcción del oleoducto Dakota Access cerca de su finalización, TigerSwan podría haberse encontrado sin un lucrativo contrato, pero en los meses previos a la primera entrega de petróleo a través de la tubería, la compañía se aseguró de insistir en la necesidad continua de seguridad. “Todo el mundo debe estar preocupado por el lobo solitario”, escribió un agente de TigerSwan en un informe del 7 de marzo. “Si nos desviamos de esa idea todos estaremos mal. No puedo permitirme esto en mis deberes, tampoco lo permitiremos o aceptaremos. No puedo agradecer a todos por su apoyo durante todo este proceso, Sin embargo, el movimiento continúa, y Nosotros no pararemos, yo no pararé. Eso no está en mi vocabulario. Siempre velaremos como protectores por lo que es mejor para Energy Transfer Partners, ya que somos los guardianes”. En las últimas semanas, el papel de la compañía se ha ampliado a la vigilancia de las redes de activistas ligeramente relacionadas con el oleoducto, y los agentes de TigerSwan monitorean las protestas “anti Trump” de Chicago a Washington, DC, además de advertir a su cliente de la creciente disensión existente frente a otros Oleoductos en todo el país. En otro informe del 24 de marzo que discute el probable resurgimiento de las protestas mientras se acerca el verano, TigerSwan escribe: “al igual que Afganistán e Irak, la ‘temporada de pelea’ llegará pronto con los climas más cálidos”.