A la par de su festejo por la entrada en fase tres de la vacuna de Moderna, el presidente Donald Trump adelantó que una segunda vacuna entrará en esa fase en “pocos días”.
La fase tres de ensayos clínicos es crucial en los fármacos, pues es la antesala de su aprobación y producción para ser comercializados. Los ensayos de fase 3 prueban la seguridad y eficacia de una vacuna en un mayor número de personas en múltiples ubicaciones.
La vacuna de Moderna comenzó a ser testada en 85 mil voluntarios de 87 lugares diferentes, con lo que se convirtió en la primera, de una empresa estadounidense, en entrar en esa fase.
Es probable que una segunda vacuna entre en la fase tres en próximos días, adelantó el mandatario desde una conferencia de prensa en la sede del Centro de Innovación de Bioprocesos de Fujifilm Diosynth Biotechnologies en Morrisville, Carolina del Norte.
Ahí mismo anunció que el Departamento de Salud y Servicios Humanos firmó un contrato por 265 millones de dólares con el Centro para la creación de una vacuna Covid-19.
“Warp Speed”, vacunas para todos los estadounidenses
Todos estos anuncios de Trump entran en el programa “Warp Speed”, un proyecto ambicioso que destina recursos a financiar proyectos de vacuna contra la Covid-19.
Estados Unidos espera distribuir en el marco de su operación “Warp Speed” 300 millones de dosis en enero de 2021, es decir, prácticamente a la totalidad de su población, mediante financiamiento y apoyo a los laboratorios.
Ese programa está bajo la supervisión de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) y consiste no sólo en financiamiento sino en acelerar mecanismos administrativos para tener lo antes posible una vacuna.
La operación “Warp Speed”, anunciada en julio, se define como una asociación pública-privada que persigue garantizar una cantidad suficiente de vacunas para los estadounidenses para 2021, a través de programas de financiación y de apoyo a los laboratorios.
Sin embargo, la crítica recurrente es que Estados Unidos tiene la capacidad de financiar múltiples proyectos y así acaparar una gran cantidad de vacunas obstaculizando que otros países adquieran dosis.
El panorama se complejiza aún más si se considera que no hay forma de regular que Estados Unidos limite su compra de vacunas ya que recientemente salió de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Algunos de los proyectos de “Warp Speed” están en empresas como Moderna, cuya vacuna está en fase tres, Inovio con la vacuna INO-4800 en fase expiremental y otras grandes firmas como Pfizer, Novavax, Johnson & Johnson y AstraZeneca a quienes ha inyectado miles de millones de dólares. NR
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