¿Y José Narro Robles?

El Rector saliente de la UNAM, José Narro Robles, entregó la estafeta a Enrique Graue en el Palacio de Minería, y después de los besos y abrazos consabidos, se fue directito a su casa. Dicen los que saben que quería estar tranquilo después de haber concluido el proceso sin una Universidad incendiada. Don José optó por llegar a este punto y le rechazó hace tiempo la Secretaría General de Gobierno al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y dos veces también, sin saber para qué exactamente lo quería, le dijo al Presidente Enrique Peña Nieto que no le aceptaría ninguna invitación al gabinete porque quería terminar su mandato en la UNAM. Pero ahora, quién sabe qué pasara. Don Miguel Ángel ya no; ese ferrocarril ya se fue, pero el Presidente puede aprovechar la coyuntura y llamarlo a su gobierno. ¿Qué le propondrá el Presidente? Sólo él lo sabe, aunque el resto de los mexicanos entenderemos si lo tiene aún en su ánimo dependiendo de si lo vuelve invitar a su equipo y, sobretodo, a dónde lo invitaría.