En México la votación para Presidente de la República es el 2 de junio, en Estados Unidos el 5 de noviembre. Aquí el cargo se disputa sólo entre dos candidatas: Xochitl Gálvez Ruiz y Claudia Sheinbaum Pardo; allá también: Joe Biden y Donald Trump. En nuestro país, el peso de la religión tendrá un papel importante en las urnas, en la Unión Americana católicos y evangélicos inclinarán la balanza hacia alguno de los aspirantes.
Xóchitl, apeló durante su campaña al factor religioso, más que Claudia, para recoger votos hasta debajo de los púlpitos: la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México se reunió en 3 ocasiones con grupos evangélicos (nunca un candidato presidencial lo había hecho en México) con quienes se comprometió a promover plena libertad religiosa, acabar con la intolerancia y actualizar la Ley de Cultos (que data de 1992), entre otras cosas; aparte, hizo también compromisos con los obispos católicos, con quienes también tuvo juntas públicas y privadas.
La morenista no tuvo tanto acercamiento con grupos espirituales, pero tampoco desaprovechó la oportunidad de pasar lista en la reunión que les organizó a los 3 contendientes la Conferencia del Episcopado; sin embargo, no logró la bendición plena, como la ha otorgado en elecciones pasadas el gremio romano. Y es que Claudia sabe que el peso de los purpurados ya no es el mismo que tuvieron en sexenios panistas y priistas.
En Estados Unidos el voto cristiano también está fragmentado, aunque los parámetros de medición tienen qué ver más con racismo y conservadurismo: la más reciente encuesta del Centro de Investigación Pew (PRC, por sus siglas en inglés) encargado de hacer encuestas sobre varios tópicos, indican que la mayoría de los evangélicos blancos (81%) votarán por el republicano Donald Trump, en tanto que los cristianos afrodescendientes, ateos, o nada religiosos, (77%) estarán dispuestos a reelegir al demócrata Baiden.
Un dato que pudo identificar con mucha precisión este sondeo es que entre la población católica de habla hispana que radica en EU, el 49% apoya a Joe Biden, mientras que el 47% sufragaría por Trump. Un 55% de votantes católicos originarios darán su respaldo en las urnas al ex presidente, y un 43% se inclinan porque continúe en el cargo el actual mandatario.
En México no existen encuestas con este tipo de enfoque religioso, dentro de las comunidades evangélicas lo mismo hay morenistas (en su mayoría laicos y pocos pastores que prefieren disimular su preferencia política) que declarados activistas a favor de Xóchitl Gálvez, quienes desde sus pulpitos hacen proselitismo, a pesar de las restricciones legales que implica para los representantes espirituales apoyar o denostar a un partido o candidata.
PALABRA DE HONOR: Son pocos, pero los hay: ministros de culto de distintas congregaciones no ven necesario que sus fieles salgan a votar el próximo domingo. Algunos hasta invitan a no hacerlo, diciéndoles que Dios ya decidió a quiénes nos va a gobernar con o sin el voto de ellos… ni modo.
NM