La elección que construimos todas y todos

10 de Mayo de 2025

Cristian Elías Rodríguez Valdez

La elección que construimos todas y todos

Columna invitada_Redes

Antes de trabajar en el Instituto Nacional Electoral (INE), tenía conocimiento de que el proceso electoral implicaba diversos procedimientos. Sin embargo, nunca imaginé la magnitud del esfuerzo humano y organizativo que se requiere para asegurar que todas las personas con credencial para votar puedan ejercer su derecho. No me había detenido a dimensionar todo lo que debe estar en marcha para que, el día de la jornada electoral, todo funcione correctamente: las urnas instaladas, las boletas listas, las mamparas colocadas, las y los funcionarios debidamente capacitados y los materiales distribuidos con precisión y puntualidad.

No lo dimensionaba. No imaginaba la magnitud del esfuerzo, la complejidad de la logística ni el nivel de compromiso ciudadano que hay detrás de ese momento tan simple pero tan poderoso: el momento de votar.

Pero ahora, desde dentro, lo he visto con mis propios ojos. He sido testigo del engranaje humano y organizativo que se pone en marcha mucho antes de que inicie una campaña. Y puedo decir con total certeza: nada ocurre por arte de magia. Cada elección es el resultado de un trabajo silencioso y monumental, de una coordinación impecable entre millones de ciudadanas y ciudadanos comprometidos con nuestra democracia.

Este proceso electoral extraordinario, en el que por primera vez en nuestra historia elegiremos a quienes impartirán justicia en México, no se materializa por sí solo. Es el resultado de un trabajo titánico y minucioso en el que participan desde funcionarios del INE hasta ciudadanos voluntarios. Todas y todos hacen posible algo tan sencillo y a la vez tan trascendental: que casi 100 millones de mexicanas y mexicanos puedan ejercer su derecho al voto.

Desde quienes diseñan las boletas y las imprimen, hasta las miles de personas que colaboran en el traslado de los materiales, sin olvidar a quienes organizan las mesas, capacitan a los funcionarios de casilla, reciben nuestros votos y cuentan cada sufragio con total rigor y transparencia, todos ellos conforman una admirable maquinaria ciudadana.

Esta labor representa también una expresión más de la experiencia acumulada por esta Institución, del conocimiento técnico, del aprendizaje histórico y del profundo compromiso democrático que distingue al INE. No es casualidad que este instituto haya sido reconocido a nivel internacional: es el fruto de décadas de evolución institucional, de procesos perfeccionados elección tras elección, y de una convicción compartida de que cada voto cuenta y cada persona importa.

Por eso, este esfuerzo merece algo más que nuestro reconocimiento. Merece nuestra participación activa. Votar no es solo un derecho: es una forma de honrar el trabajo silencioso y comprometido de millones. Pero, más importante aún, es tomar en nuestras manos el rumbo del país.

Este 1 de junio tenemos una oportunidad histórica: por primera vez vamos a poder elegir a las personas que formarán parte del Poder Judicial. Es un momento clave para decidir cómo queremos que se imparta la justicia en nuestro país. Salir a votar es más que marcar una boleta, es alzar la voz y construir, entre todas y todos, un futuro más justo. Participa y sé parte de la historia.