Torre Grenfell: el incendio al descubierto, documental desolador acerca de una tragedia que se pudo evitar

20 de Agosto de 2025

Simón Sánchez
Simón Sánchez

Torre Grenfell: el incendio al descubierto, documental desolador acerca de una tragedia que se pudo evitar

Simón Sánchez

La Torre Grenfell era un edificio de viviendas con 120 departamentos distribuidos en 24 pisos, situado en el distrito de North Kensington, en Londres, Inglaterra. Estaba habitado principalmente por personas de clase trabajadora, pertenecientes a diversas nacionalidades, etnias y creencias. Durante las primeras horas del 14 de junio de 2017, un incendio consumió la torre. Con un saldo de 72 muertos, además de incontables pérdidas materiales, es considerado el incendio estructural más mortífero en el Reino Unido desde el desastre de la plataforma petrolera Piper Alpha en 1988, y el peor incendio residencial desde los bombardeos alemanes de la Segunda Guerra Mundial.

Las investigaciones posteriores revelaron que el fuego se inició por una falla eléctrica en un refrigerador ubicado en un departamento de la cuarta planta. El incendio se propagó rápidamente al exterior del edificio, impulsado por el revestimiento compuesto de aluminio y polietileno, un material altamente inflamable. Este revestimiento estaba separado del muro por un espacio que generó un efecto chimenea, facilitando que las llamas y el humo alcanzaran todos los pisos del edificio.

Diversos factores se conjugaron para que ocurriera la tragedia, aunque todos tienen un denominador común: la negligencia. Al tratarse de viviendas populares, resulta increíble que durante años se hayan ignorado las alertas sobre riesgos de incendio por parte de los administradores del edificio. Por otro lado, expertos cuestionaron el revestimiento instalado en 2015, ya que el polietileno que contenía explicaría la rapidez con la que se propagó el fuego. A esto se sumó que los bomberos aconsejaron a los residentes permanecer en sus departamentos, salvo que se vieran directamente afectados, siguiendo la política habitual en incendios de rascacielos.

Al cumplirse ocho años de la tragedia que costó 72 vidas, Netflix estrenó el documental Torre Grenfell: el incendio al descubierto, dirigido por Laide Sadiq. La producción narra con detalle una historia de verdadero horror, provocada por la avaricia e incompetencia de unos cuantos responsables del desgarrador fallo sistémico. La torre, construida en 1972, era considerada por el ayuntamiento de Kensington y Chelsea como un edificio feo que desmerecía el valor de la zona. Aunque era una estructura segura, su aspecto deprimente llevó a las autoridades a decidir que necesitaba una renovación estética. Así, se colocaron baldosas baratas de aluminio y poliuretano, que resultaron ser altamente inflamables. Lo más alarmante es que Arconic, la empresa responsable del material, sabía —gracias a diversas pruebas— lo peligrosas que eran, pero optó por no publicar los resultados.

Otro de los detonantes fue la falta de preparación del Cuerpo de Bomberos de Londres para gestionar un incendio de tal magnitud. La política de “quedarse en casa”, aún vigente en edificios altos, impidió que los habitantes escaparan cuando aún era posible. Escuchar a sobrevivientes, bomberos y testigos relatar cómo se propagó el fuego —complementado con videos grabados ese mismo día— resulta, por decir lo menos, espeluznante.

Lo verdaderamente impactante es que, a ocho años del incendio de la Torre Grenfell, no hay culpables ni condenas a la vista, a pesar de las demandas colectivas interpuestas por los sobrevivientes. Al menos el documental funciona como una forma de activismo que apoya la campaña de los damnificados y plantea las medidas que deben tomarse tras el desastre. Es decir, después de ahogado el niño, se quiere tapar el pozo.

Torre Grenfell: el incendio al descubierto está disponible en Netflix.