Reforma electoral: sacrificar pluralidad para lograr austeridad, ¿cuánto se podría ahorrar con la reducción de legisladores?
Un estudio de analiza propuestas para disminuir gastos legislativos, ajustar financiamiento partidista y transformar organismos electorales sin afectar pluralidad democrática.

El Instituto Belisario Domínguez analizó los posibles impactos de la reforma electoral en México.
/Foto: Cuartoscuro
Un estudio del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado, concluye que la reforma electoral que propondrá la presidenta Claudia Sheinbaum en febrero próximo al Congreso de la Unión podría generar ahorros, pero también modificar la estructura política del país.
El estudio titulado Tendencias Legislativas en torno a la Reforma Electoral, refiere que el verdadero reto, será equilibrar la austeridad con la pluralidad, de modo que las elecciones sean más baratas, pero la democracia no pierda representatividad ni legitimidad.
El documento, elaborado por el investigador Luis Mendoza Cruz, identifica una clara coincidencia entre las propuestas del Poder Ejecutivo y las iniciativas presentadas en el Congreso durante los últimos años, todas apuntan a reducir el costo de la democracia en México y aumentar la eficiencia de las instituciones políticas y electorales.
“Las ideas planteadas en el Legislativo pueden ser incorporadas al diseño de una reforma electoral que reduzca los costos de la democracia y mejore el desempeño de las instituciones”, señala el estudio.
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¿Cuánto se podría ahorrar con la reducción de legisladores?
El análisis del IBD detalla que, desde 2015, distintas fuerzas políticas han presentado iniciativas para reducir el número de diputados y senadores, eliminar o limitar los escaños de representación proporcional y acotar los gastos del Congreso.
Actualmente, la Cámara de Diputados está integrada por 500 legisladores (300 de mayoría y 200 plurinominales), mientras que el Senado cuenta con 128 miembros.
Las propuestas revisadas plantean recortes de hasta 200 diputados y 32 senadores, lo que significaría un ahorro anual de entre 239 y 479 millones de pesos solo en dietas legislativas, sin considerar los gastos operativos.
Las iniciativas más recientes fueron impulsadas por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador en 2022 y 2024, quien propuso que el Congreso quedara conformado por 300 diputados y 64 senadores, todos electos por mayoría relativa.
De acuerdo con el estudio, estas modificaciones tendrían también un impacto político, pues la desaparición de los legisladores plurinominales podría reducir la pluralidad partidista y modificar la composición del sistema político mexicano, que desde la transición democrática de los años 90 se caracteriza por la representación de minorías en el Congreso.
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¿Cómo cambiaría el financiamiento a los partidos políticos?
Otra tendencia legislativa identificada es la reducción del financiamiento público a los partidos políticos, una demanda ciudadana persistente ante la baja confianza en esas instituciones.
El estudio recuerda que en 2024 el financiamiento público ascendió a 7 mil 354 millones de pesos, y plantea distintos escenarios de ahorro: desde una reducción del 50% del monto actual hasta la eliminación total del subsidio público, lo que obligaría a los partidos a financiarse con aportaciones privadas reguladas.
Entre las propuestas más recientes destaca la de 2024 enviada también por el Ejecutivo, que reduciría en 50% el financiamiento público y permitiría aportaciones privadas bajo límites estrictos.
“Las modalidades de reducción del financiamiento público varían según la referencia de cálculo: padrón electoral, votación válida emitida o fracciones de la Unidad de Medida y Actualización”, detalla el documento.
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¿Qué transformaciones tendría el INE con la creación del INEC?
El análisis del IBD enfatiza que la mayor parte del gasto electoral no se destina a los partidos, sino al propio Instituto Nacional Electoral (INE).
De acuerdo con cifras oficiales, el 70% del presupuesto electoral se concentra en la estructura burocrática y operativa del Instituto, mientras que solo el 30% corresponde a las prerrogativas de los partidos.
En 2025, el gasto total asignado al INE fue de 34 mil 354 millones de pesos, de los cuales 27 mil millones se destinaron a gasto operativo y sólo 7 mil 354 millones a financiamiento partidista.
El documento subraya que, por esa razón, la verdadera reducción del costo de la democracia debería centrarse en la reingeniería institucional del INE, no solo en la disminución de recursos a los partidos.
“Las funciones de monitoreo de medios y fiscalización se realizan de manera censal, lo que implica un gran consumo de recursos humanos y materiales. Adoptar mecanismos muestrales podría generar ahorros significativos”, recomienda el estudio.
En cuanto a la estructura del organismo electoral, el Ejecutivo ha propuesto sustituir al INE por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), con una reducción de 11 a 7 consejeros electorales, electos por voto popular, y la desaparición de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs).
El periodo de encargo de los consejeros se reduciría de nueve a seis años, y los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación también serían elegidos directamente por los ciudadanos.
Estas medidas, apunta el IBD, responden al propósito de que “la democracia cueste menos”, aunque advierte que su aplicación requerirá un amplio consenso político y una reforma constitucional de fondo.
De acuerdo con los datos del Latinobarómetro 2024, la confianza de los mexicanos en el Congreso es de apenas 32%, en los partidos políticos 30% y en el organismo electoral 56%, niveles que reflejan un desgaste en la credibilidad institucional.
El estudio advierte que cualquier reducción en la representación o el financiamiento político debe considerar estos niveles de desafección para no debilitar la pluralidad democrática lograda en las últimas décadas.
Reducir el costo de la democracia no debe implicar un retroceso en la representación o en la confianza ciudadana, concluye el informe.