¿Qué es la fumata blanca? La histórica señal del Vaticano que anuncia la elección de un nuevo papa
Desde el siglo XV, la elección de un papa se comunica con humo blanco. La fumata, cargada de simbolismo, ha incorporado tecnología y medidas para garantizar claridad en la señal del Vaticano

Humo blanco desde la chimenea en el techo de la Capilla Sixtina, lo que significa que los cardenales eligieron un nuevo Papa.
/VINCENZO PINTO/AFP
La fumata blanca es una de las señales más esperadas por millones de fieles católicos en todo el mundo. Esta tradición del Vaticano, cargada de simbolismo, indica que el cónclave ha elegido a un nuevo papa. Aunque es una costumbre centenaria, ha evolucionado con el paso del tiempo.
El origen de la fumata blanca en el cónclave papal
Desde el siglo XV, los cónclaves para elegir al sucesor de San Pedro se han celebrado principalmente en Roma y en la Ciudad del Vaticano. En sus inicios, las papeletas utilizadas en las votaciones eran quemadas como medida de seguridad, para evitar su manipulación. Sin embargo, el humo resultante no tenía un significado claro sobre el resultado.
Fue hasta 1914, durante un cónclave en la Capilla Sixtina, cuando por primera vez se utilizó humo blanco para anunciar oficialmente la elección de un nuevo pontífice.
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El uso de salvas y señales visuales
Antes de que se consolidara la fumata como señal, se empleaban otros métodos. En 1823, por ejemplo, el cónclave se realizó en el Palacio del Quirinal, entonces residencia papal. Allí, se acordó que el cuerpo de guardia dispararía salvas cuando se eligiera un nuevo papa. El humo que salía de la chimenea era la señal para dar la orden.
Según el libro Cónclave: Las reglas para elegir al próximo papa, escrito por el vaticanista Javier Martínez-Brocal y el sacerdote José de Jesús Aguilar, “los romanos estaban atentos al humo que salía de la chimenea del Quirinal, pues era la señal convenida para el disparo de las salvas”.
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Las estufas del Vaticano: tecnología al servicio de la tradición
Desde 1939, las papeletas se queman en una estufa de hierro fundido, utilizada durante los cónclaves. Este artefacto, de aproximadamente un metro de altura, conserva en su tapa los años en que ha sido utilizada. Posee una puerta inferior para encender el fuego y otra superior para introducir los documentos a quemar.
En 2005, el Vaticano incorporó una segunda estufa, conectada a la misma chimenea, en la que se queman productos químicos para definir con claridad el color del humo: blanco si hay nuevo papa, negro si aún no hay consenso.
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¿Qué compuestos se utilizan para el humo blanco y el humo negro?
Para lograr que el humo tenga un color visible y distintivo, se emplean combinaciones químicas:
- Fumata blanca: clorato potásico, lactosa y colofonia de pino.
- Fumata negra: perclorato potásico, azufre y antraceno.
La estufa moderna, introducida en el cónclave de Benedicto XVI, cuenta con un ventilador que facilita la dispersión del humo. Además, se activa electrónicamente, pero cuenta con respaldo técnico en caso de fallas.
“Uno de nuestros técnicos expertos, encerrado en el cónclave, permanecerá durante toda la votación en una pequeña sala técnica cerca de la Capilla Sixtina con el mando a distancia de la estufa”, explicó Silvio Screpanti, subdirector de Infraestructuras del Vaticano.
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Campanas para confirmar la elección del papa
Desde 2005, el Vaticano añadió una confirmación auditiva: cuando se observa una fumata blanca, las campanas de la basílica de San Pedro doblan para confirmar oficialmente la elección de un nuevo sumo pontífice. Esto evita confusiones en caso de que el humo no se perciba claramente.